domingo, 18 de abril de 2010

Circulo divino

La lágrima de tristeza
que cae rodando por mis mejillas
cuando mi corazón se entristece
al ver la ignorancia y el egoísmo
de mis hermanos humanos...

... es la misma lágrima que riega
cayendo desde las nubes
la hermosa flor que al amanecer
refleja luz en el rocío que contiene
y desprende de mis ojos
dulce rocío cargado de amor.


Suen.

lunes, 21 de diciembre de 2009

Alimentarse del sol. Sun Gazing.

Entrevista a Hira Ratan Manek, el mensajero del Sol y su tecnica: el Sun Gazing


Hiran Hatan Manek 001Viaja por el mundo sin cobrar por sus cursos y charlas. Le pagas el billete de avión, le aseguras alojamiento y viene a comunicar su sabiduría, dondequiera que le convoques. Ni siquiera tienes que preocuparte por sus dietas, puesto que no come… Pasó de ser un empresario preocupado a ser un
maestro sin discípulos, un sereno y tenaz transmisor de una técnica sencilla basada en el mirar al Sol, cuyos protocolos estableció él mismo. Se trata del Sun Gazing. Dicha herramienta, afirma, nos lleva al desarrollo espiritual, pasando antes por la limpieza emocional, mental y física. Ratan Manek llega, da su mensaje y se va. No demora ni medio segundo en trivialidades o en ningún tipo de interés turístico.

Sus palabras nos llegan junto con su porte impasible, con su ser integrado, y nos transmite una perfectaseguridad. Asistimos a un seminario que imparte personalmente en Murcia en mayo de 2008, el cual constituye la fuente de este reportaje.
LOS ORÍGENES DEL SUN GAZING

-¿Cuál es el origen de la técnica de mirar al Sol que nos propone, el Sun Gazing?

-Es una técnica milenaria, que se aplicaba en la antigüedad en todo el mundo, incluida Europa. Hoy quedan pocos pueblos o grupos que lo apliquen. En Bulgaria y Grecia es una práctica que ha prevalecido hasta hace poco; en Bulgaria incluso hoy lo aplican algunos médicos. Pero las religiones establecidas erradicaron el culto al Sol.

-¿A qué lo atribuye?

-Definitivamente, en los textos religiosos modificados han eliminado las referencias al Sun Gazing, para que la gente estuviera bajo la influencia de los sacerdotes y no pudiera ser realmente independiente. Han modificado todos los textos; no queda casi ninguno sin modificar. Si la gente está desconectada del Sol puede ser explotada por los demás.

“El caso es pues que el Sol tiene poder y que el hombre puede alinearse con él y conseguir su libertad. Yo llevé a cabo una investigación durante varios años. Empecé en 1962; contaba entonces con 25 años de edad. Madre, la compañera de Sri Aurobindo, me enseñó la práctica de mirar al Sol. Investigué varias culturas y descubrí que el auténtico Surya Namaskar (el Saludo al Sol) del que se habla en yoga consiste en realidad en mirar al Sol. Investigué prácticas egipcias relacionadas con el dios Ra; estudié tradiciones de Méjico y Perú y conocí el Día del Saludo al Sol boliviano; también entré en contacto con creencias que aún hoy están vigentes en Bulgaria y en Grecia. Asimismo, estuve en contacto con los nativos americanos. Etcétera.

Tras muchos años investigando empecé a practicar con mi propio protocolo. Me costó tres años de ensayo y error establecerlo. Cuando empecé padecía depresiones, a causa de mis negocios. Tenía problemas para dormir, y problemas con la comida. A medida que practicaba, el sentimiento de hambre iba desapareciendo. El protocolo de mirar al Sol durante nueve meses con una progresión de diez segundos lo establecí yo, y es una manera segura, que cualquier persona puede aplicar, de llegar al máximo beneficio en su relación con el Sol.

-Porque ¿podríamos ir más deprisa?

-En total van a ser 270 días mirando el Sol, y el total de horas de visión acumuladas serán 111. Este es el requisito para llegar a conseguir todos los beneficios psicológicos, físicos y espirituales. Yo no recomiendo afrontar el proceso con prisas, ni forzarlo. El Sol no es fast food (comida rápida), sino slow food (comida lenta). Da resultados perfectos si se hace con tranquilidad y regularidad. Si usted un día no puede mirar tanto, no trate de compensarlo mirando más al día siguiente.

-Hoy día, el Sun Gazing ¿está estructurado como un movimiento?

-Este método se está expandiendo por todo el mundo. No hay jefes, y todo el mundo puede hacerlo independientemente.

Sin embargo hay grupos que se juntan para practicar y para difundir el mensaje; se autoorganizan.

-¿Por qué nos exhorta usted a hacer la práctica del Sun Gazing? ¿Qué beneficios vamos a obtener?

-En nuestra cultura nos han enseñado a temer al Sol y a escondernos de él, cuando en realidad toda nuestra vida depende del Sol, empezando por que nutre a los vegetales, que están al inicio de la cadena alimenticia. Él es nuestro gran benefactor; equilibra la naturaleza y la ecología.

Siempre está ahí. Nos ofrece, gratis y por siempre, vida y salud. ¡Gratis! Nadie le hará pagar impuestos por estar mirando al Sol. Al final usted misma, usted mismo, como los vegetales podrá incorporar directamente la energía del Sol. Sin necesidad de hacerse dependiente de ningún gurú o maestro, el Sol directamente le nutrirá y le dará cuanto necesite. Tendrá salud física y perfecta estabilidad mental, por sí mismo. Quien depende de los jefes religiosos se vuelve débil. Con el Sun Gazing recuperamos la independencia perdida.

“La fotosíntesis no es una prerrogativa de los vegetales. La luz solar penetra dentro de la tierra, la cual lleva a cabo su propia fotosíntesis. Es así como se generan el oro, la plata, el cobre, los diamantes, las gemas preciosas.

Con el Sun Gazing hacemos nuestra propia fotosíntesis. Cogemos los fotones del Sol, los cuales constituyen una energía muy poderosa, un néctar que no está polarizado en positivo-negativo.

“Yo distingo claramente tres fases, de tres meses en tres meses. Porque puede ser que una persona quiera llegar hasta el final de los nueve meses, y conseguir así una realización espiritual, o puede ser que persiga otros objetivos.

“Al final de los tres primeros meses, que corresponden a 15 minutos mirando al Sol, la persona consigue una salud mental perfecta. Ello es previo a cualquier sanación del cuerpo y a cualquier camino espiritual. Tras esos tres meses la persona se desprende de sus inseguridades, miedos, depresiones, celos, envidias, etcétera. Al conseguir esto, la mente deja de bombardear al cuerpo con negatividad, y ello hace posible que en los tres meses siguientes el cuerpo consiga la salud. La persona puede abandonar el proceso tras los tres primeros meses si ya se halla satisfecha con ello, y seguir un mantenimiento, sin prolongar ya más los tiempos de mirar al Sol. O bien una persona puede decidir abandonar el proceso tras los seis meses, habiendo
recuperado la salud, y seguir el mantenimiento. Sin embargo, si la persona tiene expectativas espirituales deberá completar los nueve meses, durante los cuales recibirá dones especiales, como la posibilidad de dejar de comer.

“El Sol tiene alma, y si lo miramos con respeto y con intención vamos a sintonizar con él; él nos cuidará y guiará. Incluso, si es usted dado a la astrología, puesto que el Sol rige a todos los planetas del sistema solar, si usted mantiene buenas relaciones con el Sol el Sol va a indicar a todos los planetas que sean favorables con usted.
LOS OJOS Y EL SOL

Hiran Hatan Manek 002La técnica es tan sencilla que puede explicarse en muy pocas líneas: usted mira el Sol en una hora segura, el primer día diez segundos tan solo, y le añade cada día diez segundos. Al cabo de tres meses, coincidiendo con el final de la primera fase, usted estará mirando al Sol durante quince minutos; al cabo de seis meses, coincidiendo con el final de la segunda fase, usted estará
mirando al Sol durante media hora; al cabo de nueve meses, coincidiendo con el final del proceso, usted estará mirando al Sol durante 45 minutos.

-Pero, señor Manek, siempre nos han advertido de que es muy peligroso mirar al Sol, que podríamos
quedarnos ciegos…

-Porque los expertos nunca analizan cómo cambia la intensidad del sol desde el amanecer hasta el anochecer.

Se ha probado que cuando el sol es suave, cuando nos llegan menos rayos ultravioleta, constituye una poderosa medicina. Vivimos en la sociedad del cáncer. Quien evite la luz solar suave adolecerá de problemas de salud, padecerá insomnio, etcétera. “Que el sol sea peligroso o no depende de la incidencia de los rayos ultravioleta. Si el índice es inferior a 2, no puede haber ningún problema. La primera hora posterior a la salida del Sol y la hora anterior al ocaso
son horas seguras, y es cuando yo recomiendo realizar la práctica. El Sun Gazing es inofensivo y carece de efectos secundarios adversos, contrariamente a lo que acontece con la medicina alopática, donde algunos médicos dicen que todos y cada uno de los medicamentos dejan algún efecto secundario.

Estamos haciendo el curso en Murcia y nos reparten unas hojas con los horarios de la salida y puesta del sol correspondientes a la región de Murcia, para todo el año 2008. Pues no se considera, obviamente, que el Sol sale en cuanto lo ves aparecer. La frecuente irregularidad
de nuestros relieves nos hace necesario conocer estos horarios. Esta es la dirección web que aparece al pie del documento que nos entregan:

http://www.tutiempo.net/?pagina=calendario_solar

Más tarde comprobamos que podemos sustituir ‘Murcia’ por otra capital de provincia y obtener los horarios correspondientes.

-De cualquier modo creo que si le digo a mi doctor que me estoy dedicando a mirar al Sol no le va
a hacer mucha gracia…

-Efectivamente, y es mejor que no lo sepa. Muy pocos están abiertos a estas cosas, incluidos los oftalmólogos. Yo le recomiendo que se haga una revisión ocular antes de empezar la práctica, particularmente si adolece de algún problema de visión. Vuélvase a hacer la revisión al cabo
de dos o tres meses: si lleva gafas, seguramente tendrá que cambiar los cristales, pues estará viendo mejor. Aunque difícilmente su visión va a mejorar si es de los que se pasan horas delante del ordenador o del televisor.

“Con el Sun Gazing el ojo se nutre de vitamina A, que le es tan necesaria. Ya sabe que hay gente que se opera del ojo y se le aplica el láser para corregir su visión. Con el Sun Gazing usted se estará haciendo un tratamiento láser natural.

“El año pasado, en Atlanta, cuarenta personas miraron al Sol como un desafío al punto de vista de que hacerlo es perjudicial. Se hicieron tests oculares, y dieron a conocer los resultados en un periódico local. Como consecuencia de este tipo de experiencias muchos oculistas están cambiando su opinión respecto al Sol; los de mente más abierta empiezan a recomendarlo. El Sun Gazing es beneficioso en caso de cataratas, miopía, astigmatismo, daltonismo o visión doble (patologías que
no impliquen lesión del ojo).

-¿Podría ser que mi ojo se lesionase?

-No se conoce ni un solo caso de lesión actuando bajo mi protocolo. ¡Ni uno solo!, y son grupos practicando en muchos países del mundo. ¿Cuántas horas pasamos delante del televisor, o delante del ordenador? El televisor y el ordenador son mucho, mucho más peligrosos para la vista que mirar al Sol en las horas seguras. Al principio de mirar al Sol puede pasar que el ojo lagrimee
un poco, que aparezca algo de conjuntivitis… Es algo normal; usted puede ponerse un simple colirio en el ojo para solventarlo.

De cualquier modo, se nos advierte de algunas patologías para las cuales es necesario tener prudencia con la práctica:

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ENFERMOS QUE DEBEN REALIZAR UNA *PRÁCTIVA PREVIA ANTES DE HACER LA MIRADA FIJA AL SOL:

· Hipertensos y diabéticos con microhemorragias retinianas.
· Enfermedades de los ojos que presenten inflamación, hiperemia conjuntival como el caso de las conjuntivitis, hemorragia subconjuntival o afecciones de la retina que puedan provocar sangrados fáciles.
· Enfermedades generales que en su evolución presentan diátesis hemorrágicas (tendencia
a producir fenómenos de trombosis y hemorragias al mismo tiempo), como es el caso de ciertos tipos de tumores, entre ellos las leucemias.
· Enfermedades de la sangre que por presentar alteración de algunos de los factores de
la coagulación tengan tendencia al sangrado fácil, como la hemofilia.

*La práctica previa consistirá en encarar cada día al Sol diez minutos con los ojos cerrados,
durante dos meses, en las horas seguras. Continuar realizando el ejercicio una vez que pasan los 2 meses cuando el Sol esté más próximo al horizonte, que es cuando no calienta y su luz es menos intensa, o sea cuando está saliendo y cuando está próxima la puesta.

SIEMPRE QUE NO ESTÉ SEGURO DE TENER SUS OJOS BIEN VAYA AL OFTALMÓLOGO Y HAGA LA PRÁCTICA PREVIA.
————

-La técnica ¿es tan sencilla como parece? ¿Se trata solo de mirar al Sol durante esa cantidad de segundos, añadiendo diez cada día?

-Eso es.

-¿Requiere de una actitud especial?

-Usted simplemente se planta con respeto ante el Sol, con una mirada relajada, tranquila, preferentemente de pie, preferentemente descalzo, aunque también puede estar en una silla, o incluso puede hacerlo desde la cama, mirando a través de una ventana. En este caso la ventana incluso puede estar cerrada: es posible mirar al Sol a través del cristal, siempre que éste no esté coloreado, y que esté limpio; es un buen recurso para los enfermos. Nada más. Usted puede parpadear con normalidad; de otro modo el ojo se secará y sufrirá. Si el ojo lagrimea un poco no debe preocuparse; se está limpiando. Cuando haya acabado con sus segundos de práctica, cierre los ojos durante unos momentos, observando la imagen del Sol proyectada sobre el fondo oscuro, relajadamente.

-¿Qué actitud debemos tener con esta luz que vemos proyectada sobre el párpado, tras la práctica
de la visión?

-Si la disfruta, si se recrea en ella, le va a permitir mejorar la visión ocular, y fortalecerá su glándula pineal.

-Habrá días en que estará nublado, o en que por cualquier razón no podremos hacer la práctica…

-Esto no debe preocuparle. Algunos días fallará usted,otros días fallará el Sol. Si está algún día sin hacerlo, lo retoma al día siguiente desde el punto donde lo dejó. No pasa nada.

-¿Es indistinto hacerlo por la mañana o bien por la tarde?

-Completamente. Incluso se pueden complementar los tiempos. Por ejemplo, imagínese que ese día le corresponden cinco minutos de práctica. Puede decidir hacer algunos de dichos minutos por la mañana y el resto por la tarde. Y durante una misma sesión de práctica, si usted estima conveniente cerrar un rato los ojos y acto seguido retomarlo, no hay problema tampoco. Tan solo
procure que al finalizar el día usted haya sumado los 300 segundos que corresponderían a los cinco minutos de este ejemplo.

-¿Puedo usar gafas de sol?

-Las gafas de sol evitan que entren los fotones y provocan insomnio. Cuanto menos se usen, mejor. Existen unas gafas que consisten en una pantalla negra con puntitos a través de los cuales puede ver. Se venden en algunas dietéticas. Si siente que le perjudica el halo del Sol puede usarlas. Úselas dentro de las horas seguras, de cualquier modo.

-El Sun Gazing ¿es recomendable también para los niños?

-Si tienen hasta 14 o 15 años, se les puede explicar los beneficios del Sun Gazing, pero no forzarles a hacerlo. Si lo hacen, habrá que controlar que no miren al Sol demasiado tiempo. En cualquier caso, que no miren más allá de 5 minutos.

-¿Es útil para los invidentes?

-Van a ir recibiendo los beneficios, pero muy lentamente.
SANAR LA MENTE

Hiran Hatan Manek 004Hira Ratan Manek ha estructurado perfectamente su seminario en tres partes. Tras haber dedicado la primera de ellas a generalidades y a hablar del ojo, en la segunda parte aborda el tema de la salud. Empieza por hablarnos de la conveniencia de una correcta salud mental:

-Hoy todas las personas tienen algún tipo de desorden mental. Y sin salud mental individual no vamos a tener paz mundial.

“No tenemos un pensamiento positivo, ni una mente equilibrada. Tenemos negatividad, adicciones y muchos otros tipos de problemas. El clima tiene un efecto sobre ello. En climas fríos, mucha gente se atonta en invierno, y hay muchos suicidios. Si esas mismas personas estuviesen en climas cálidos o templados no tendrían de ningún modo las mismas tendencias depresivas.

Incluso en climas templados el tiempo nublado afecta negativamente a nuestra estructura mental.

“Está probado que la luz solar es la solución perfecta para la salud mental. Cuando ustedes lleven tres meses mirando al Sol empezarán a gozar de una salud mental prácticamente perfecta. Ello es así por dos motivos:

Primero, porque el ojo es una extensión de nuestro cerebro, de modo que lo que absorba nuestro ojo llegará directamente al cerebro.

Segundo, porque el Sol es siempre positivo. La función del Sol es purificar el mundo; por eso tiene un efecto bactericida. Aplicado a la mente, no podrá hacer otra cosa que limpiar la negatividad de los pensamientos. Ello repercutirá en el fin de los conflictos con otras personas, en el fin de los miedos. Los defectos psicológicos de celos, codicia, hostilidad, etcétera desaparecerán. En su lugar acudirán el amor, la compasión, la ecuanimidad. Todas las virtudes serán desarrolladas. Y solo cuando estamos libres de defectos merecemos ser llamados seres humanos.

Entonces podemos contribuir de un modo efectivo a la paz mundial.

“Cuando hayan llegado a los 15 minutos de visión, tras tres meses de práctica, pueden dar por finalizado su proceso si no quieren ir más allá. Les bastará un mantenimiento, consistente en mirar al Sol cinco minutos al día o bien caminar descalzos sobre tierra tibia y seca durante 45 minutos al día. Así se mantendrán libres de los problemas mentales. Podrán afrontar todos sus
problemas y encontrar soluciones para ellos.

-¿Qué pasa si, de entrada, uno entra a practicar el Sun Gazing con dudas o recelos?

-Si usted no alberga dudas el proceso se desarrollará según los tiempos previstos; si usted tiene inseguridad o falta de fe en el proceso este igualmente tendrá lugar, sólo que le va a llevar algo más de tiempo. No vayamos a subestimar, de cualquier modo, la importancia de la mente.

“Para que el Sun Gazing cunda como práctica sanadora para nosotros de manera óptima, primero la mente tiene que aceptarlo. Es fácil: uno sabe los beneficios que le va a reportar, y decide mirar. Si la mente lo acepta, el cuerpo se adapta. Hay personas que a partir de este principio tan simple son capaces de logros en apariencia extraordinarios: mastican navajas de afeitar, tragan serpientes… En circunstancias habituales el cuerpo saldría dañado con estas prácticas, pero esas personas salen ilesas.

-Ha hablado del efecto del Sol refiriéndose a los defectos y a las virtudes. Pero físicamente ¿beneficia a nuestro cerebro?

-Respecto al cerebro, se trata de energizarlo. Las neuronas cerebrales degeneran y tienen que volver a un estado normal. Antes se creía que las neuronas no se podían regenerar, pero el resultado de cientos de análisis aplicados a personas que miran al Sol ha obligado a cambiar estas conclusiones.

Efectivamente, con el Sun Gazing las neuronas se multiplican, se fortalecen, se regeneran. El software del cerebro se empieza a activar, y es así como la mente consigue un equilibrio perfecto.

Es bien sabido que usamos un escaso porcentaje de nuestro cerebro. Con el Sun Gazing lo vamos a activar.

-Enfermedades mentales como la esquizofrenia ¿pueden ser curadas con el Sun Gazing?

-Seguro. La esquizofrenia es falta de luz.
CONSEGUIR LA SALUD

-Nuestros cuerpos son cuerpos solares; emiten luz. Recibimos la luz accidentalmente, por el solo hecho de ir por la vida, pero si la recibimos con intención reforzaremos nuestro cuerpo de luz. Su aura se expandirá; y cuanto más poderosa sea su aura más poder tendrá para curar a otros.

Quien tiene la energía suficiente está sano, y su vida será más larga. Además, al tomar la energía del Sol uno se carga; nunca puede sobrecargarse: el excedente de energía pasará a engrosar su aura.

Si quiere que el proceso de sanación sea más rápido, procure visualizar que la luz va al órgano afectado por la dolencia.

“Practicando con el Sun Gazing desde el tercer mes hasta el sexto, siguiendo como siempre con la progresión de diez segundos diarios, al final del sexto mes usted estará mirando al Sol 30 minutos y sus problemas físicos habrán desaparecido. Ahí puede, si lo desea, dar por acabado su proceso, y seguir un mantenimiento, que consistirá en mirar al sol 10 minutos diarios o bien en caminar descalzo sobre la tierra tibia durante 45 minutos diarios.

-¿Por qué ha sido importante llegar a un buen equilibrio mental antes de aspirar a sanar nuestro cuerpo?

-Porque todo nuestro cuerpo se halla contenido en nuestra mente. Así pues, primero se trata de que la mente esté bien. De esta manera estamos yendo a la causa de los problemas.

“La enfermedad es miedo. Ocurre que no tenemos fe en Dios. No nos rendimos a Dios, y por eso surge el miedo. Si la luz entra en el cerebro los miedos desaparecen.

Incluso el miedo a la muerte se desvanece. Quien se vuelve fuerte internamente ya no tiene miedo
de enfermar o morir: al contrario, quien tiene miedo de él es la enfermedad.

-¿Es efectivo el Sun Gazing contra el insomnio?

-Sin duda alguna. El 25% de los medicamentos están destinados a facilitar el sueño. La melatonina es la sustancia que se relaciona con el bien dormir. La glándula pineal, que está justo en el centro del cerebro, bajo la corona, suelta melatonina por la noche si previamente ha cogido seratonina durante el día.

Y ha podido cargarse con seratonina por medio de la exposición a la luz solar suave, a través del Sun Gazing.

-¿Qué enfermedades podemos curar?

-Muchas: artritis, osteoporosis, cáncer, sida…

-¿Ha dicho cáncer y sida?

-El sida guarda relación con la pérdida de luz del cuerpo, especialmente de la cara. El Sun Gazing ayuda también a curar el cáncer; es útil contra cualquier tumor. Si usted tiene un tumor y no le urge, el Sun Gazing lo irá deshaciendo. Si su caso es urgente sin embargo, le recomiendo que se someta a operación quirúrgica.

-Si decido seguir un tratamiento de quimioterapia, ¿el Sun Gazing es compatible?

-Sí.

-¿Es efectivo también el Sun Gazing en caso de cáncer linfático?

-Si lo coge a tiempo, con paciencia tiene solución. “En el caso de problemas físicos severos procure darse baños de sol, sin ropa o con poca ropa, durante 30 ó 45 minutos diarios. Disfrute del calor del sol, evitando las horas más fuertes de radiación solar. De esta manera la insulina se equilibra (adiós diabetes) y se rejuvenecen las células cancerígenas. Los baños de sol constituyen la quimioterapia natural. Como bien sabe, la quimioterapia médica es muy problemática; incluso cuando funciona suelen salir afectadas las neuronas. Con los baños de sol el cuerpo se carga de vitamina D, lo cual es muy beneficioso también en caso de artritis, artrosis, reumatismo, osteoporosis, etc. Para los problemas de piel es importante sentir el calor del sol.

-Sin embargo supongo que hay que ir con cuidado, pues podríamos generar un cáncer de piel…

-El sol no es perjudicial, siempre que no se hagan tonterías.

El cáncer de piel se ve favorecido con todas esas pomadas llenas de químicos las cuales, por transpiración, entran dentro de su piel, pudiendo provocar un gran perjuicio. Si usted no se expone a un índice de ultravioleta superior al recomendado no tiene nada que temer. En las horas seguras que mencionábamos el índice de ultravioleta no va a ser superior a dos. Hasta llegar a 5 el sol no va a causarle realmente un perjuicio.

A partir de 5 sí que es perjudicial. Evite tumbarse al sol en las horas fuertes del verano. Aplique el sentido común.

El resto de la tarde transcurre con una retahíla de ejemplos en que el Sun Gazing se ha mostrado efectivo:asma. Bulimia. Anorexia. Leucemia. Etcétera. Nos son recomendados un par de libros: The Healing Sun, de Richard Hobday, y Light: The Medicine of Future, de Jacob Lieberman.
VIVIR SIN COMER

Hiran Hatan Manek 003-La espiritualidad está creciendo en todo el mundo. Mucha gente quiere elevar su nivel de conciencia, pero se halla confundida con los muchos métodos que están a su disposición. ¿Cuál es la base del desarrollo espiritual?

“En primer lugar deben aprender a meditar adecuadamente, y durante todo el día. Previamente necesitan haber adquirido una salud física y mental estupenda. Así podrán meditar de manera sencilla y perfecta, sin que su atención se distraiga. Con el Sun Gazing poco a poco van consiguiendo un estado de meditación natural a lo largo del día. Esta meditación se integra
de manera natural con sus actividades cotidianas. El Dios en el que creen tiene que estar con ustedes de un modo permanente; tienen que sentirlo de un modo continuado.

“Nuestro primer sueño es entrar en el Reino de Dios. Pero está escrito que el presente de cada día es muy importante. Tenemos que estar en el presente. Así seremos nuestros propios maestros, resolveremos nuestros propios problemas. Viviremos con un sentimiento de agradecimiento a Dios y nuestra vida será armoniosa.

-Usted vive sin necesidad de ingerir alimentos. ¿Cómo lo relaciona con el progreso espiritual?

-El deseo material nos crea mucho sufrimiento. La mayor parte de los deseos son inútiles; crean tensión y problemas. Constituyen un peso pesado. Cuando el deseo de comer se va se van los demás, y la vida se vuelve simple. Entonces también empiezan a transitar por el camino de la Iluminación.

-Háblenos de la experiencia de vivir sin comer.

-Yo mismo he probado en tres ocasiones que es posible vivir sin comer. Entre 1995 y 1996 doctores del colegio médico de Kerala me observaron durante 211 días, y constataron que durante éstos sólo bebí agua.

Esto apareció publicado en medios de comunicación. En 2000-2001, un equipo internacional integrado por 21 médicos me observó día y noche en Ahmadabad (India), durante 411 días, en que igualmente sólo ingerí agua. Esto lo publicaron en periódicos médicos indios en el año 2001. En Estados Unidos, universidades subvencionadas por la NASA me observaron durante 130 días, durante los cuales, una vez más, sólo me vieron ingerir agua. Entre quienes me observaron estaba un experto mundial en la observación de la glándula pineal, un experto en el cerebro, un psiquiatra, oftalmólogos…

Pueden encontrar más detalles al respecto en la web (www.solarhealing.com). Vieron que si esto
era posible en mi caso también lo sería en otros. Pero oficialmente lleva tiempo sacar conclusiones, porque estudiar a una persona no es suficiente. Actualmente mucha gente que se rige por mi método está siendo observada; gente que está empezando a vivir de la luz solar.

“¿Cómo es posible esto? A los seis meses de práctica, que coincide con que se está mirando al Sol 30 minutos, todas las células del cuerpo empiezan a almacenar energía del Sol. Se convierten en células fotovoltaicas; son como un panel solar. Más allá de los seis meses, la energía del Sol es muy bien recibida por las células, que están capacitadas para almacenarla, con lo que el hambre disminuye. De hecho sentimos hambre porque el cuerpo necesita energía; no porque necesite, específicamente, comer.

“De ordinario tomamos energía ingiriendo comida, la cual pudo desarrollarse gracias al Sol. Ahora tomamos la energía del lugar primario: el propio Sol. Cada día el cuerpo se llena de esta energía y uno cada vez depende menos de la comida física, incluso si realiza un trabajo corporal duro.

“Transcurridos nueve meses usted llega a los 45 minutos mirando al Sol. Entonces el hambre puede desaparecer para siempre. Ahí finaliza la práctica.

“Los científicos del espacio están interesados en este proceso, pues quieren capacitar a los astronautas para realizar largos viajes espaciales. Están investigando formas de microcomida, y el Sun Gazing entra dentro de sus posibilidades. Paradójicamente, el Sun Gazing tiene un problema, y es que es una práctica gratuita. Los investigadores aún no quieren sacar a la luz pública sus conclusiones porque nadie quiere prácticas gratuitas; no interesa. Es como con los coches: podrían estar funcionando perfectamente con el sol, pero los intereses del petróleo lo están evitando.

“Conozco una comunidad de personas en Moscú que viven solo de la energía solar; son cientos de personas. Entre ellas hay mujeres que se quedan embarazadas y que generan leche, de un modo normal. Hace tiempo este grupo se dio a conocer en el periódico más grande de la Unión Soviética, el Pravda. Desafortunadamente, como que suscitaron burlas no revelaron el secreto que estaba detrás de su éxito. Este secretismo es algo muy común entre las personas y los grupos
que consiguen este logro. Paramahansa Yogananda nos cuenta en su Autobiografía de un yogui que entre 1900 y 1920 conoció a muchas personas que vivían de la luz solar, las cuales no querían mostrar el secreto, porque el mundo no estaba preparado para conocer esta práctica divina. Pues bien: ahora el mundo ya está preparado, y además está ansioso por conocerla.

“Yo creo que es el momento oportuno para dar a conocer el Sun Gazing: la comida se está encareciendo, las comodidades se están restringiendo… Nos veremos obligados a comer menos.

“¿Conocen el programa de Jasmuheen?, esa famosa mujer australiana que ha escrito libros sobre vivir de luz, sin comer. Ella proponía un programa de ayuno de 21 días, a base de consumir agua y zumos. Pues bien, Jasmuheen vino a verme cuando ayuné en el año 2001 y decidió aceptar mi programa, por ser más fácil y suave que el suyo.

-¿Cómo sabes, cómo llegas a la conclusión de que ya no necesitas comer más?

-Uno siente si tiene o no apetito. Ahora bien, si alguien come más que por el hambre que tiene este mecanismo puede fallarle. También puede recibir presiones del entorno para que coma. Sin duda la familia querrá forzarle a comer. Hay que llegar a un acuerdo con la familia y los amigos, para que le dejen hacer a uno.

Si después de una temporada sin comer usted quiere volver a comer puede hacerlo, lentamente. Además, por motivos sociales a veces es conveniente comer un poquito.

-¿Se puede prescindir también de beber?

-Nuestro cuerpo es agua en un 80%. Lo que comemos contiene más del 50% de agua. Ninguna otra cosa es tan necesaria para el organismo. Yo bebo agua y, cuando me lo ofrecen, consumo también té o zumos de frutas. De todos modos, es cierto que están documentados casos de personas que han vivido sin tan siquiera beber agua.

“La ingesta de agua energizada, activada por el sol, constituye un aspecto interesante, que pueden aplicar desde el principio, por ser muy beneficioso:

en un recipiente de cristal, redondo, bajo, con tapa asimismo de cristal, ponga no más de dos litros de agua, y manténgalo todo el día que le dé el sol. Tras esto, retírelo del sol, y preserve el agua para que se refresque por sí misma, a la sombra, pero nunca la ponga en el frigorífico. Este agua se conserva energizada durante 24 horas, y tiene un efecto más potente y por descontado mucho más saludable que cualquier bebida energética que vaya a encontrar en
el supermercado. Recomiendo poner este agua en el interior de un botijo de arcilla natural, donde se conservará sana y fresca, e irla consumiendo dentro de las 24 horas. No ponerla nunca en un botijo que contenga metales pesados. Y si tiene dudas sobre su salubridad hiérvala antes y déjela
enfriar, antes de ponerla bajo el sol.

-El Sun Gazing debe de ser un buen recurso contra la obesidad…

-Mucha gente está consumiendo un exceso de calorías. Según la ciencia, las calorías excesivas favorecen el Alzheimer y el Parkinson. Cuantas menos calorías consumamos, mejor será nuestro funcionamiento mental.

“La obesidad prolifera, y no existen métodos efectivos contra ella. Sabemos que en Hollywood modelos que quieren adelgazar por medio de programas dietéticos han llegado a la bulimia y a la anorexia. La obesidad tiene su origen en un desequilibrio emocional, provocado por los problemas familiares, las dificultades en la relación de pareja, los divorcios, la desorientación que padecen los niños fruto de la desorientación de sus padres… Comer de manera desordenada es un modo de combatir la ansiedad. Cuando uno está emocionalmente equilibrado no come más de lo necesario. El Sun Gazing es, naturalmente, un buen remedio para la obesidad.

-Está bien esto de coger energía de los fotones, pero nuestro cuerpo necesita una gran variedad de componentes químicos: necesitamos proteínas, aminoácidos, etc. ¿Cómo vamos a generar estos componentes, si no comemos?

-No traten de comparar la vieja ciencia con la nueva. Todos estos componentes vienen de la energía, y se pueden extraer del Sol. Hay que dar la oportunidad a lo que se está comprobando que está funcionando. La ciencia nueva se tiene que juzgar por los resultados.

-¿Qué pasa cuando hemos llegado al final del proceso, tras los nueve meses?

-Que sus células estarán capacitadas para absorber directamente la energía del Sol. Su cuerpo se habrá vuelto un panel solar. Tras los nueve meses ustedes solo necesitarán seguir un mantenimiento, y será el siguiente: durante un año, deberán mirar diariamente al Sol durante quince minutos, o bien andar descalzos, descalzas sobre tierra seca, tibia, durante 45 minutos diarios. Bueno, no pasen directamente de mirar 45 minutos a 15 al día siguiente; dediquen 30 días a adaptarse, reduciendo cada día un minuto de visión, hasta llegar a 15. Tras este año, podrán seguir un mantenimiento más suave, aplicando alguna de estas dos técnicas un par o tres de días a la semana. Para entonces, el solo hecho de andar mostrando los brazos al Sol por ejemplo ya les será de utilidad de cara a recargarse. Quien no pueda hacer ninguna de estas prácticas de mantenimiento durante bastantes días consecutivos, que vuelva a comer mientras sea necesario.

“La práctica de andar descalzo resulta particularmente interesante porque ejerce un efecto activador sobre unas glándulas muy importantes que están ubicadas en la zona del cerebro. Después de 9 meses mirando al Sol, cuando usted hace 15 minutos de visión para recargarse, o cuando camina descalzo, sus glándulas endocrinas del cerebro (tenemos cinco) se recargan, se fortalecen, y su cerebro se abre más y más. Una de estas glándulas es la glándula pineal, conocida también como El Tercer Ojo, considerada el asiento del alma, y se halla conectada con el dedo gordo del pie. La glándula pituitaria corresponde al chakra Ajna, que es el que gobierna el cerebro, y está conectada con el segundo dedo del pie. La tercera glándula es el hipotálamo, que tiene que ver con la manifestación del hambre; si se carga energéticamente con el Sol usted puede comer mucho
menos y tener la misma energía a pesar de ello.

La cuarta glándula es el hipotálamo; todas nuestras emociones surgen de ahí. Y todas nuestras emociones son de naturaleza tóxica. Pero con el contacto con la Madre Tierra, al andar descalzos, de una manera natural se vuelven no tóxicas; se convierten en buenas cualidades, en cualidades divinas. La última glándula, justo detrás de los dos ojos, es la amígdala. Gracias a ella los diferentes rayos de luz que entran por nuestros ojos se convierten en rayos láser y se convierten en un néctar, un elixir de vida.

“Al caminar descalzo 45 minutos al día, su peso corporal estimula y fortalece estas glándulas a través de los 5 dedos de los pies. Esto también ayuda a energizar el cerebro y las neuronas. El efecto es reforzado por la tierra, el calor, la energía y el prana, al dar el sol en su cabeza, lo que estimula directamente el chakra de la corona. Todas estas glándulas crean un campo magnético y el cuerpo/cerebro se recarga con la energía del sol que entra en usted. Esa es la razón por la cual en los tiempos antiguos los yoguis y chamanes siempre andaban descalzos.

“Estamos perdiéndonos los poderes la Madre Tierra, la cual es considerada la Madre por todas las culturas. La Madre Tierra nos siente. Su contacto con ella andando descalzo, cuando está cálida (no quemando, obviamente) es importante para su salud. Sólo cuando la tierra le bendice el cielo le bendice.

-Al andar descalzos ¿podemos hacerlo sobre hierba?

-Andar sobre la hierba es bueno si usted se halla con negatividad, porque se la va a absorber. Pero si usted se halla con energía se la va a absorber también. De modo que hay que evitar andar sobre hierba para hacer este mantenimiento.

-¿Juega algún papel la respiración en todo este proceso?

-De ordinario comemos mucho y también respiramos mucho; quince veces por minuto. De esta manera consumimos mucha energía. El auténtico pranayama da lugar a cada vez menos respiraciones por minuto. Con el Sun Gazing la respiración se tranquiliza.

-Hemos visto a personas en India con la cabeza enterrada bajo el suelo; no respiran. ¿El Sun Gazing nos puede llevar a este tipo de logros en relación con la respiración?

-Sí, hay gente que hace esto que usted dice; incluso hay personas que pueden estar unos días con el pulso sanguíneo detenido. Con el Sun Gazing usted practica el verdadero pranayama y puede controlar su respiración.

Todo es posible cuando uno funciona con la energía incorporada directamente del Sol.

-¿Nos puede explicar más sobre la glándula pineal?

-Con el Sun Gazing la glándula pineal se fortalece, y sus terminaciones se separan. De ordinario, a medida que la persona envejece los dos extremos de la glándula pineal se van acercando; cuando llegan a tocarse la persona muere. Con el Sun Gazing se separan en lugar de acercarse, con lo que el proceso de envejecimiento se vuelve más lento.

“10.000 o 15.000 años atrás había una civilización en Perú que hacía lo siguiente: cuando un niño nacía le practicaban un agujero en la parte superior de la cabeza. De este modo la luz del sol entraba directamente al cerebro. El efecto directo del sol sobre la glándula pineal otorgaba poderes psíquicos a aquellas personas, que podían incluso volar. De hecho, los pájaros tienen muy desarrollada la glándula pineal; por eso pueden volar.

“Pero no es necesario andar por ahí con un agujero en el cráneo. Desde los ojos la luz también llega a la glándula pineal, y de ahí va al cerebro, de ahí a las glándulas endocrinas y de ahí a todo el cuerpo. Así nos volvemos poderosos, llenos de divinidad.

“Todos nosotros estamos destinados a ser Dios. Tenemos que comprender y utilizar nuestros propios recursos. Sean ustedes sus propios gurús, por medio de despertar sus fuentes energéticas internas. La computadora cerebral es una derivación de la Gran Computadora; tiene su propio software. Denle la electricidad que necesita para funcionar a través del Sun Gazing.

“Nuestro cuerpo funciona gracias a la energía. Se sabe que la energía no puede ser destruida; solo cambia de forma. Cuando morimos la energía que está alimentando nuestro cuerpo se va a otro sitio. Si nuestra energía se halla fortalecida por el sol será siempre una energía feliz. De este modo conseguiremos una muerte pacífica y una buena vida tras la muerte. Por otra parte, la gente que se acerque a usted, a la jurisdicción de su alma, será beneficiada.

En la web hemos podido leer que con el Sun Gazing podemos desarrollar habilidades psíquicas como la telepatía, la visión a distancia y tener el cuerpo en diferentes lugares al mismo tiempo. También podemos leer el pasado, el presente y el futuro. Eventualmente, incluso podríamos volar…

-¿Qué capacidades psíquicas se pueden desarrollar con el Sun Gazing?

-Casi todas. Pero no me gusta poner el acento ahí, pues podemos perder de vista el objetivo fundamental, que es la salud integral.

-Muchas prácticas nos han prometido el despertar de nuestros poderes, pero pocos hemos tenido la experiencia de estos despertares…

-Si previamente a su desarrollo espiritual no tiene salud en su mente y en su cuerpo estará usted bloqueado, bloqueada. Con frecuencia hacemos nuestras prácticas espirituales alejados del sol. Yo recomiendo incorporar el Sun Gazing a cualquier práctica.

“Es bien sabido que hoy día vivimos desconectados de la naturaleza y los elementos. Lo primero que debemos hacer es reconciliarnos con la naturaleza de la que formamos parte. Andando sobre la tierra nos reconectamos con la tierra, bebiendo agua energizada por el sol nos reconectamos con el agua, mirando el Sol y estando bajo el sol nos reconciliamos con el Sol.

-¿Por qué estímulos se guía la persona que ya no necesita comer?

-Sin estar condicionado por el estímulo de la comida usted va a ser más feliz. La mente humana está limitada por lo que ha conocido hasta el momento presente. Pero cuando saltamos estos límites nos encontramos con nuevas fuentes de felicidad. La felicidad derivada de no comer es superior a la felicidad derivada de comer.

“¿Que cuáles son mis estímulos? Mi misión es difundir este mensaje por todo el mundo, y a ello dedico todo mi tiempo: hablo con la gente, doy conferencias, respondo todos los mails que me llegan, viajo…

-Se acerca el año 2012, y se prevén grandes cambios, incluso en relación al comportamiento del Sol. ¿Qué nos puede decir al respecto?

-La información científica que nos ofrecen es contradictoria: por una parte nos dicen que el Sol gana fuerza, y que la Tierra se está calentando. Por otra parte nos están diciendo que el Sol pierde fuerza, y que la Tierra se está enfriando. El único cálculo fiable que nos debe preocupar es el índice ultravioleta, que para hacer la práctica conviene que esté por debajo de 2.

“En lo que atañe al 2012 concretamente, mucha gente tiene miedo. Quien mediante el Sun Gazing vaya incorporando los fotones del Sol, estará a salvo y sin problemas. Se asegura el presente y el futuro. Consigue una independencia real, la libertad individual.

Reportaje por Francesc Prims.

Contacto con Hira Ratan Manek sobre el Sun Gazing:
hrmanek@solarhealing.com (escribir en inglés).
ASPECTOS BIOGRÁFICOS DE HIRA RATAN MANEK

Hira Ratan Manek (HRM) nació el 12 de septiembre de 1937 en Bodhavad, India, y creció en Calicut (Kerala, India), donde obtuvo los estudios de ingeniero mecánico por la universidad de Kerala. Después de su graduación, se encargó de los negocios familiares, que fueron de navegación y comercio. Continuó trabajando hasta que se retiró en 1992.

Desde el 18 de junio de 1995, HRM vive solo de la energía solar y el agua. Ocasionalmente, por hospitalidad y propósitos sociales, bebe té y otras infusiones. Respecto a su característica de no comer, HRM se ha entregado a observación y experimentos científicos por extensos períodos de tiempo.

En 2002 HRM dio 136 conferencias en USA. Ha sido invitado por agencias del gobierno de muchos países, que quieren entender el proceso que él propone. En 2003 HRM dio unas 147 ponencias en USA, Canadá, el Caribe y Reino Unido y cerca de 400 periódicos de todo el mundo publicaron un artículo suyo. Adicionalmente, muchos canales de televisión tenían documentales de su historia. HRM intervino en la BBC, Servicios del Mundo.

Ahora hay centros de curación solar alrededor de todo el mundo, cuyos facilitadores son grupos de practicantes del fenómeno que Hira Ratan Manek desencadenó.

– Visto en: http://www.athanor.es/

El Evangelio Esenio de la Paz

Aqui les dejo el Evangelio Esenio de la Paz.


EL EVANGELIO DE LA PAZ

Y entonces muchos enfermos y tullidos fueron a Jesús, preguntándole: "Si todo lo sabes, dinos ¿por qué sufrimos estas penosas plagas? ¿Por qué no estamos enteros como los demás hombres? Maestro, cúranos, para que nos hagamos fuertes y no tengamos que vivir por más tiempo en nuestro sufrimiento. Sabemos que en tu poder está curar todo tipo de enfermedad. Líbranos de Satán y de todos sus grandes males. Maestro, ten compasión de nosotros".

Y Jesús respondió: "Felices vosotros que tenéis hambre de la verdad, pues os satisfaré con el pan de la sabiduría. Felices vosotros que llamáis, pues os abriré la puerta de la vida. Felices vosotros que rechazáis el poder de Satán, pues os conduciré al reino de los ángeles de nuestra Madre, donde el poder de Satán no puede penetrar.

Y ellos le preguntaron con desconcierto: "¿Quién es nuestra Madre y cuáles son sus ángeles? ¿Y dónde se halla su reino?"

"Vuestra Madre está en vosotros; y vosotros en ella. Ella os alumbró y ella os da vida. Fue ella quien dio vuestro cuerpo, y a ella se lo devolveréis de nuevo algún día. Felices vosotros cuando lleguéis a conocerla, así como a su reino; si recibís a los ángeles de vuestra Madre y cumplís sus leyes. En verdad os digo que quien haga esto nunca conocerá la enfermedad. Pues el poder de nuestra Madre está por encima de todo. Y destruye a Satán y su reino, y tiene gobierno sobre todos vuestros cuerpos y sobre todas las cosas vivas.

"La sangre que en nosotros corre ha nacido de la sangre de nuestra Madre Terrenal. Su sangre cae de las nubes, brota del seno de la tierra, murmura en los arroyos de las montañas, fluye espaciosamente en los ríos de las llanuras, duerme en los lagos y se enfurece poderosa en los mares tempestuosos.

"El aire que respiramos ha nacido del aliento de nuestra Madre Terrenal. Su respiración es azul celeste en las alturas de los cielos, silba en las cumbres de las montañas, susurra entre las hojas del bosque, ondea sobre los trigales, dormita en los valles profundos y abrasa en el desierto.

"La dureza de nuestros huesos ha nacido de los huesos de nuestra Madre Terrenal, de las rocas y de las piedras. Se yerguen desnudas a los cielos en lo alto de las montañas, son como gigantes que yacen dormidos en las faldas de las montañas, como ídolos levantados en el desierto, y están ocultos en las profundidades de la tierra.

"La delicadeza de nuestra carne ha nacido de la carne de nuestra Madre Terrenal; carne que madura amarilla y roja en los frutos de los árboles, y nos alimenta en los surcos de los campos.

"Nuestros intestinos han nacido de los intestinos de nuestra Madre Terrenal, y están ocultos a nuestros ojos como las profundidades invisibles de la tierra.

"La luz de nuestros ojos y el oír de nuestros oídos nacen ambos de los colores y de los sonidos de nuestra Madre Terrenal, que nos envuelve como las olas del mar al pez, o como el aire arremolinado al ave.

"En verdad os digo que el Hombre es Hijo de la Madre Terrenal, y de ella recibió el Hijo del Hombre todo su cuerpo, del mismo modo que el cuerpo recién nacido nace del seno de su madre. En verdad os digo que sois uno con la Madre Terrenal; ella está en vosotros v vosotros en ella. De ella nacisteis, en ella vivís y a ella de nuevo retornaréis. Guardad por tanto Sus leves, pues nadie puede vivir mucho ni ser feliz sino aquel que honra a su Madre Terrenal y cumple Sus leyes. Pues vuestra respiración es Su respiración, vuestra sangre Su sangre, vuestros huesos Sus huesos; vuestra carne Su carne; vuestros intestinos Sus intestinos; vuestros ojos y vuestros oídos son Sus ojos y Sus oídos.

"En verdad os digo que si dejaseis de cumplir una sola de todas estas leyes, si dañaseis uno sólo de los miembros de todo vuestro cuerpo, os perderíais irremisiblemente en vuestra dolorosa enfermedad y sería el llorar y rechinar de dientes. Yo os digo que, a menos que sigáis las leyes de vuestra Madre, no podréis de ningún modo escapar a la muerte. Y quien abraza a las leyes de su Madre, a él abrazará su madre también. Ella curará todas sus plagas y él nunca enfermará. Ella le dará larga vida y le protegerá de todo mal; del fuego, del agua, de la mordedura de las serpientes venenosas. Pues ya que vuestra madre os alumbró, conserva la vida en vosotros. Ella os ha dado Su cuerpo, y nadie sino Ella os cura. Feliz es quien ama a su Madre y yace sosegadamente en Su regazo. Porque vuestra Madre os ama, incluso cuando le dais la espalda. Y ¿cuánto más os amará si regresáis de nuevo a Ella? En verdad os digo que muy grande es Su amor, más grande que la mayor de las montañas y más profundo que el más hondo de los mares. Y aquellos quienes aman a su Madre, Ella nunca les abandona. Así como la gallina protege a sus polluelos, como la leona a sus cachorros, como la madre a su recién nacido, así protege la Madre Terrenal al Hijo del Hombre de todo peligro y de todo mal.

"Pues en verdad os digo que males y peligros innumerables esperan a los Hijos de los Hombres. Belcebú, el príncipe de todos los demonios, la fuente de todo mal, acecha en el cuerpo de todos los Hijos de los Hombres. Él es la muerte, el señor de toda plaga y, poniéndose una vestimenta agradable, tienta y seduce a los Hijos de los Hombres. Promete riqueza y poder, y espléndidos palacios, y adornos de oro y plata, y numerosos sirvientes. Promete gloria y renombre, sensualidad y fornicación, borrachera y atracón, vida desenfrenada, holgazanería y ocio. Y tienta a cada cual según aquello por lo que más se inclina su corazón. Y el día en que los Hijos de los Hombres ya se han vuelto esclavos de todas estas vanidades y abominaciones, entonces él, en pago de ello, les arrebata todas aquellas cosas que la Madre Terrenal tan abundantemente les dio. Les arrebata su respiración, su sangre, sus huesos, su carne, sus intestinos, sus ojos y sus oídos. Y la respiración del Hijo del Hombre se vuelve corta y sofocada, trabajosa y maloliente como la de las bestias inmundas. Y su sangre se vuelve espesa y fétida, como el agua de las ciénagas; se coagula y ennegrece como la noche de la muerte. Y sus huesos se vuelven duros y nudosos; se deshacen por dentro y por fuera se resquebrajan, como una piedra cayendo sobre una roca. Y su carne se vuelve grasienta y acuosa; se corrompe y se pudre con costras y forúnculos que son una abominación. Y sus intestinos se llenan de inmundicia detestable rezumando corrientes en putrefacción, y en ellos habitan numerosos gusanos abominables. Y sus ojos se enturbian, hasta que la noche oscura los envuelve; y sus oídos se tapan, como el silencio de la tumba. Y por último, el Hijo del Hombre perderá la vida. Pues no guardó las leyes de su Madre, sino que sumó un pecado a otro. Por ello le son arrebatados todos los dones de la Madre Terrenal: la respiración, la sangre, los huesos, la carne, los intestinos, los ojos y los oídos y, por último, la vida con la que coronó su cuerpo la Madre Terrenal.

"Pero si el pecador Hijo del Hombre se arrepiente de sus culpas y las repara, y regresa de nuevo a su Madre Terrenal; y si cumple las leyes de su Madre Terrenal y se libera de las garras de Satán resistiendo sus tentaciones, entonces la Madre Terrenal recibe de nuevo a su Hijo pecador con amor y le envía sus ángeles para que le sirvan. En verdad os digo que cuando el Hijo del Hombre resiste al Satán que habita en él y no hace su voluntad, en esa misma hora se hallan ahí los ángeles de la Madre para servirle con todo su poder y liberarle por entero del poder de Satán.

"Pues ningún hombre puede servir a dos señores. Porque o bien sirve a Belcebú y sus demonios o sirve a nuestra Madre Terrenal y a sus ángeles. O sirve a la muerte o sirve a la vida. En verdad os digo qué felices son aquellos que cumplen las leyes de la vida y no vagan por los caminos de la muerte."

Y cuantos le rodeaban escuchaban sus palabras con asombro, pues su palabra tenía poder y enseñaba de manera bien distinta a la de los sacerdotes y escribas.

Y aunque el sol ya se había puesto, no se fueron a sus casas. Se sentaron alrededor de Jesús y le preguntaron: "Maestro ¿cuáles son esas leyes de la vida? Quédate con nosotros un rato más y enséñanos. Querernos escuchar tu enseñanza para que podamos curarnos y volvernos rectos".

Y el propio Jesús se sentó en medio de ellos y dijo: "En verdad os digo que nadie puede ser feliz, excepto quien cumple la Ley".

Y los demás respondieron: "Todos cumplimos las leyes de Moisés, nuestro legislador, tal como están escritas en las sagradas escrituras"".

Y Jesús les respondió: "No busquéis la Ley en vuestras escrituras, pues la Ley es la Vida, mientras que lo escrito está muerto. En verdad os digo que Moisés no recibió de Dios sus leyes por escrito, sino a través de la palabra viva. La Ley es la Palabra Viva del Dios Vivo, dada a los profetas vivos para los hombres vivos. En dondequiera que haya vida está escrita la ley. Podéis hallarla en la hierba, en el árbol, en el río, en la montaña, en los pájaros del cielo, en los peces del mar; pero buscadla principalmente en vosotros mismos. Pues en verdad os digo que todas las cosas vivas se encuentran más cerca de Dios que la escritura que está desprovista de vida. Dios hizo la vida y todas las cosas vivas de tal modo que enseñasen al hombre, por medio de la palabra siempre viva, las leyes del Dios verdadero. Dios no escribió las leyes en las páginas de los libros, sino en vuestro corazón y en vuestro espíritu. Se encuentran en vuestra respiración, en vuestra sangre, en vuestros huesos, en vuestra carne, en vuestros intestinos, en vuestros ojos, en vuestros oídos y en cada pequeña parte de vuestro cuerpo. Están presentes en el aire, en el agua, en la tierra, en las plantas, en los rayos del sol, en las profundidades y en las alturas. Todas os hablan para que entendáis la lengua y la voluntad del Dios Vivo. Pero vosotros cerráis vuestros ojos para no ver, y tapáis vuestros oídos para no oír. En verdad os digo que la escritura es la obra del hombre, pero la Vida y todas sus huestes son la obra de nuestro Dios. ¿Por qué no escucháis las palabras de Dios que están escritas en Sus obras? ¿Y por qué estudiáis las escrituras muertas, que son la obra de las manos del hombre?"

"¿Cómo podemos leer las leyes de Dios en algún lugar, de no ser en las Escrituras? ¿Dónde se hallan escritas? Léenoslas de ahí donde tú las ves, pues nosotros no conocemos más que las escrituras que hemos heredado de nuestros antepasados. Dinos las leyes de las que hablas, para que oyéndolas seamos sanados y justificados."

Jesús dijo: "Vosotros no entendéis las palabras de la Vida, porque estáis en la Muerte. La oscuridad oscurece vuestros ojos, y vuestros oídos están tapados por la sordera. Pues os digo que no os aprovecha en absoluto que estudiéis las escrituras muertas si por vuestras obras negáis a quien os las ha dado. En verdad os digo que Dios y sus leyes no se encuentran en lo que vosotros hacéis. No se hallan en la glotonería ni en la borrachera, ni en una vida desenfrenada, ni en la lujuria, ni en la búsqueda de la riqueza, ni mucho menos en el odio a vuestros enemigos. Pues todas estas cosas están lejos del verdadero Dios y de sus ángeles. Todas estas cosas vienen del reino de la oscuridad y del señor de todos los males. Y todas estas cosas las lleváis en vosotros mismos; y por ello la palabra y el poder de Dios no entran en vosotros, pues en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu habitan todo tipo de males y abominaciones. Si deseáis que la palabra y el poder del Dios Vivo penetren en vosotros, no profanéis vuestro cuerpo ni vuestro espíritu; pues el cuerpo es el templo del espíritu, y el espíritu es el templo de Dios. Purificad, por tanto, el templo, para que el Señor del templo pueda habitar en él y ocupar un lugar digno de él.

"Y retiraos bajo la sombra del cielo de Dios, de todas las tentaciones de vuestro cuerpo y de vuestro espíritu, que vienen de Satán.

"Renovaos y ayunad. Pues en verdad os digo que Satán y sus plagas solamente pueden ser expulsados por medio del ayuno y la oración. Id por vuestra cuenta y ayunad en solitario, sin descubrir vuestro ayuno a hombre alguno. El Dios Vivo lo verá y grande será vuestra recompensa. Y ayunad hasta que Belcebú y todos sus demonios os abandonen y todos los ángeles de nuestra Madre Terrenal vengan a serviros. Pues en verdad os digo que a no ser que ayunéis, nunca os libraréis del poder de Satán ni de todas las enfermedades que de Satán vienen. Ayunad y orad fervientemente, buscando el poder del Dios vivo para vuestra curación. Mientras ayunéis, evitad a los hijos de los hombres y buscad los ángeles de nuestra Madre Terrenal, pues quien busca hallará.

"Buscad el aire fresco del bosque y de los campos, y en medio de ellos hallaréis el ángel del aire. Quitaos vuestro calzado y vuestras ropas y dejad que el ángel del aire abrace vuestro cuerpo. Respirad entonces larga y profundamente, para que el ángel del aire penetre en vosotros, En verdad os digo que el ángel del aire expulsará de vuestro cuerpo toda inmundicia que lo profane por fuera y por dentro. Y así saldrá de vosotros toda cosa sucia y maloliente, igual que el humo del fuego asciende en forma de penacho y se pierde en el mar del aire. Pues en verdad os digo que sagrado es el ángel del aire, quien limpia cuanto está sucio y confiere a las cosas malolientes un olor agradable. Ningún hombre que no deje pasar el ángel del aire podrá acudir ante la faz de Dios. Verdaderamente, todo debe nacer de nuevo por el aire y por la verdad, pues vuestro cuerpo respira el aire de la Madre Terrenal, y vuestro espíritu respira la verdad del Padre Celestial.

"Después del ángel del aire, buscad el ángel del agua. Quitaos vuestro calzado y vuestras ropas y dejad que el ángel del agua abrace todo vuestro cuerpo. Entregaos por entero a sus acogedores brazos y, así como el aire penetra en vuestra respiración, que el agua penetre también en vuestro cuerpo. En verdad os digo que el ángel del agua expulsará de vuestro cuerpo toda inmundicia que lo mancille por fuera y por dentro. Y toda cosa sucia y maloliente fluirá fuera de vosotros, igual que la suciedad de las vestiduras, lavada en el agua, se va y se pierde en la corriente del río. En verdad os digo que sagrado es el ángel del agua que limpia cuanto está sucio, y que confiere a todas las cosas malolientes un olor agradable. Ningún hombre a quien no deje pasar el ángel del agua podrá acudir ante la faz de Dios. En verdad que todo debe nacer de nuevo del agua y de la verdad, pues vuestro cuerpo se baña en el río de la vida terrenal y vuestro espíritu se baña en el río de la vida eterna. Pues recibís vuestra sangre de nuestra Madre Terrenal y la verdad de nuestro Padre Celestial.

"Pero no penséis que es suficiente que el ángel del agua os abrace sólo externamente. En verdad os digo que la inmundicia interna es, con mucho, mayor que la externa. Y quien se limpia por fuera permaneciendo sucio en su interior, es corno las tumbas bellamente pintadas por fuera, pero llenas por dentro de todo tipo de inmundicias y de abominaciones horribles. Por ello, en verdad os digo, que dejéis que el ángel del agua os bautice también por dentro, para que os liberéis de todos vuestros antiguos pecados, y para que asimismo internamente seáis tan puros como la espuma del río jugueteando a la luz del sol.

"Buscad, por tanto, una gran calabaza con el cuello de la longitud de un hombre; extraed su interior y llenadla con agua del río caldeada por el sol. Colgadla de la rama de un árbol, arrodillaos en el suelo ante el ángel del agua y haced que el extremo del tallo de la calabaza penetre vuestras partes ocultas, para que el agua fluya a través de todos vuestros intestinos. Luego, descansad arrodillándoos en el suelo ante el ángel del agua y orad al Dios vivo para que os perdone todos vuestros antiguos pecados; y orad también al ángel del agua para que libere vuestro cuerpo de toda inmundicia y enfermedad, Dejad entonces que el agua salga de vuestro cuerpo, para que se lleve de su interior todas las cosas sucias y fétidas de Satán. Y veréis con vuestros ojos y oleréis con vuestra nariz todas las abominaciones e inmundicias que mancillaban el templo de vuestro cuerpo; igual que todos los pecados que residían en vuestro cuerpo, atormentándoos con todo tipo de dolores, En verdad os digo que el bautismo con agua os libera de todo esto. Renovad vuestro bautismo con agua todos los días durante vuestro ayuno, hasta el día en que veáis que el agua que expulsáis es tan pura como la espuma del río. Entregad entonces vuestro cuerpo a la corriente del río y, una vez en los brazos del ángel del agua, dad gracias al Dios vivo por haberos librado de vuestros pecados. Y este bautismo sagrado por el ángel del agua es el renacimiento a la nueva vida. Pues vuestros ojos verán a partir de entonces y vuestros oídos oirán. No pequéis más, por tanto, después de vuestro bautismo, para que los ángeles del aire y del agua habiten eternamente en vosotros y os sirvan para siempre.

"Y si queda después dentro de vosotros alguno de vuestros antiguos pecados e inmundicias, buscad al ángel de la luz del sol. Quitaos vuestro calzado y vuestras ropas y dejad que el ángel de la luz del sol abrace todo vuestro cuerpo. Respirad entonces larga y profundamente para que el ángel de la luz del sol os penetre. Y el ángel de la luz del sol expulsará de vuestro cuerpo toda cosa fétida y sucia que lo mancille por fuera y por dentro. Y así saldrá de vosotros toda cosa sucia y fétida, del mismo modo que la oscuridad de la noche se disipa ante la luminosidad del sol naciente. Pues en verdad os digo que sagrado es el ángel de la luz del sol, quien limpia toda inmundicia y confiere a lo maloliente un olor agradable. Nadie a quien no deje pasar el ángel de la luz del sol podrá acudir ante la faz de Dios. En verdad que todo debe nacer de nuevo del sol y de la verdad, pues vuestro cuerpo se baña en la luz del sol de la Madre Terrenal, y vuestro espíritu se baña en la luz del sol de la verdad del Padre Celestial.

"Los ángeles del aire, del agua y de la luz del sol son hermanos. Les fueron entregados al Hijo del Hombre para que le sirviesen y para que él pudiera ir siempre de uno a otro.

"Sagrado es, asimismo, su abrazo. Son hijos indivisibles de la Madre Terrenal, así que no separéis vosotros a aquellos a quienes la tierra y el cielo han unido. Dejad que estos tres ángeles hermanos os envuelvan cada día y habiten en vosotros durante todo vuestro ayuno.

"Pues en verdad os digo que el poder de los demonios, todos los pecados e inmundicias, huirán con presteza de aquel cuerpo que sea abrazado por estos tres ángeles. Del mismo modo que los ladrones huyen de una casa abandonada al llegar el dueño de ésta, uno por la puerta, otro por la ventana y un tercero por el tejado, cada uno donde se encuentra y por donde puede, asimismo huirán de vuestros cuerpos todos los demonios del mal, todos vuestros antiguos pecados y todas las inmundicias y enfermedades que profanaban el templo de vuestros cuerpos. Cuando los ángeles de la Madre Terrenal entren en vuestros cuerpos, de modo que los señores del templo lo posean nuevamente, entonces huirán con presteza todos los malos olores a través de vuestra respiración y de vuestra piel, y las aguas corrompidas por vuestra boca y vuestra piel y por vuestras partes ocultas y secretas. Y todas estas cosas las veréis con vuestros propios ojos, las oleréis con vuestra nariz y las tocaréis con vuestras manos. Y cuando todos los pecados e inmundicias hayan abandonado vuestro cuerpo, vuestra sangre se volverá tan pura como la sangre de nuestra Madre Terrenal y como la espuma del río jugueteando a la luz del sol. Y vuestro aliento se volverá tan puro como el aliento de las flores perfumadas; vuestra carne tan pura como la carne de los frutos que enrojecen sobre las ramas de los árboles; la luz de vuestro ojo tan clara y luminosa como el brillo del sol que resplandece en el ciclo azul. Y entonces os servirán todos los ángeles de la Madre Terrenal. Y vuestra respiración, vuestra sangre y vuestra carne serán una con la respiración, la sangre y la carne de la Madre Terrenal, para que vuestro espíritu se haga también uno con el espíritu del Padre Celestial. Pues en verdad nadie puede llegar al Padre Celestial sino a través de la Madre Terrenal. Del mismo modo que un niño recién nacido no puede entender la enseñanza de su padre mientras su madre no te haya primero amamantado, bañado, cuidado, dormido y alimentado. Mientras el niño es pequeño, su lugar está junto a su madre y a ella debe obedecer. Cuando el niño ya ha crecido, su padre le lleva a trabajar al campo a su lado, y el niño regresa junto a su madre solamente cuando llega la hora de la comida y de la cena. Y entonces el padre le enseña para que se adiestre en los trabajos de su padre. Y cuando el padre ve que su hijo entiende su enseñanza y hace bien su trabajo, le da todas las posesiones para que éstas pertenezcan a su amado hijo y para que éste continúe la obra de su padre. En verdad os digo que feliz es el hijo que acepta el consejo de su madre y lo sigue. Y cien veces más feliz es el hijo que acepta y sigue también el consejo de su padre, pues ya se os dijo: "Honra a tu padre y a tu madre". Pero yo os digo, Hijos del Hombre: Honrad a vuestra Madre Terrenal y guardad todas Sus leyes, para que sean largos vuestros días en esta tierra, y honrad a vuestro Padre Celestial para que sea vuestra en los cielos la vida eterna. Pues el Padre Celestial es un centenar de veces más grande que todos los padres por sangre y descendencia. Y mayor es la Madre Terrenal que todas las madres por el cuerpo. Y más querido es el Hijo del Hombre a los ojos de su Padre Celestial y de su Madre Terrenal que lo son los niños a los ojos de sus padres por sangre y por descendencia y de sus madres por el cuerpo. Y más sabias son la Palabra y la Ley de vuestro Padre Celestial y de vuestra Madre Terrenal que las palabras y la voluntad de todos los padres por sangre y por descendencia, y de todas las madres por el cuerpo. Y también de más valor es la herencia de vuestro Padre Celestial y de vuestra Madre Terrenal, el reino eterno de la vida eterna y celestial, que todas las herencias de vuestros padres por sangre y por descendencia, y de vuestras madres por el cuerpo.

"Y vuestros verdaderos hermanos son todos aquellos que hacen la voluntad de vuestro Padre Celestial y de vuestra Madre Terrenal, y no vuestros hermanos de sangre. En verdad os digo que vuestros verdaderos hermanos en la voluntad del Padre Celestial y de la Madre Terrenal os amarán un millar de veces más que vuestros hermanos de sangre. Pues desde los días de Caín y Abel, cuando los hermanos de sangre transgredieron la voluntad de Dios, no existe una verdadera fraternidad por la sangre, Y los hermanos actúan entre sí como extraños, Por ello os digo, amad a vuestros verdaderos hermanos en la voluntad de Dios un millar de veces más que a vuestros hermanos de sangre.

Pues vuestro Padre Celestial es amor.

Pues vuestra Madre Terrenal es amor.

Pues el Hijo del Hombre es amor

Y un gran silencio se hizo tras sus palabras. Y quienes se sentían desanimados obtuvieron nueva fuerza de sus palabras, y continuaron ayunando y orando. Y quien había hablado primero exclamó: "Perseveraré hasta el séptimo día". Y el segundo igualmente dijo: "Yo también perseveraré durante siete veces el séptimo día".

Jesús les respondió: "Felices son aquellos que perseveran hasta el fin, pues heredarán la tierra".

Y había entre ellos muchos enfermos atormentados por fuertes dolores, y se arrastraron con dificultad hasta los pies de Jesús. Pues no podían ya caminar sobre sus pies. Dijeron: "Maestro, el dolor nos atormenta intensamente; dinos qué haremos"". Y mostraron a Jesús sus pies, cuyos huesos estaban retorcidos y nudosos y dijeron: "Ni el ángel del aire ni el del agua, ni el de la luz del sol han disminuido nuestros dolores, a pesar de habernos bautizado nosotros mismos y de haber ayunado y orado y seguido tus palabras en todo".

"En verdad os digo que vuestros huesos sanarán. No desesperéis, pero no busquéis vuestra curación sino en el sanador de los huesos, el ángel de la tierra. Pues de ella salieron vuestros huesos, y a ella retornarán.

Y señaló con su mano donde la corriente de agua y el calor del sol habían ablandado la tierra dando un barro arcilloso, en el borde del agua. "Hundid vuestros pies en el fango, para que el abrazo del ángel de la tierra extraiga de vuestros huesos toda inmundicia y toda enfermedad. Y veréis cómo Satán y vuestros dolores huyen del abrazo del ángel de la tierra. Así desaparecerán las nudosidades de vuestros huesos, y se enderezarán, y todos vuestros dolores desaparecerán".

Los enfermos siguieron sus palabras, pues sabían que se curarían.

Y había también otros enfermos que sufrían mucho con sus dolores, a pesar de lo cual persistían en su ayuno. Y sus fuerzas se agotaban, y un calor extremo les atormentaba. Y cuando se levantaban de su lecho para ir donde Jesús, les empezaba a dar vueltas la cabeza, como si un viento racheado les azotase, y tantas veces como trataban de ponerse en pie caían nuevamente al suelo. Entonces, Jesús acudió a ellos y les dijo: "Sufrís porque Satán y sus enfermedades atormentan vuestros cuerpos. Más no temáis, pues su poder sobre vosotros terminará pronto. Porque Satán es como un vecino colérico que penetró en la casa de su vecino mientras éste estaba ausente, pretendiendo llevarse sus bienes a su propia casa. Pero alguien avisó al otro que su enemigo estaba saqueando su casa, y regresó a ésta corriendo. Y cuando el malvado vecino, tras haber reunido cuanto le había apetecido, vio de lejos al dueño de la casa que regresaba a toda prisa, se encolerizó por no poder llevarse todo y se puso a romper y estropear cuanto allí había, para destruirlo todo. Así, aunque aquellas cosas no pudieran ser suyas, tampoco las tendría el otro. Pero el dueño de la casa llegó inmediatamente y, antes de que el malvado vecino consiguiese su propósito, le asió y le echó de la casa. En verdad os digo que de igual modo penetró Satán en vuestros cuerpos, que son la morada de Dios. Y tomó en su poder cuanto deseó robar: vuestra respiración, vuestra sangre, vuestros huesos, vuestra carne, vuestros intestinos, vuestros ojos y vuestros oídos. Mas por medio de vuestro ayuno y de vuestra oración habéis llamado de nuevo al señor de vuestro cuerpo y a sus ángeles. Y ahora Satán ve que el verdadero señor de vuestro cuerpo vuelve y que es el fin de su poder. Por ello, en su cólera, reúne una vez más sus fuerzas para destruir vuestros cuerpos antes de la llegada del señor. Por eso Satán os atormenta con tanto dolor, pues siente que su fin ha llegado. Mas no dejéis que vuestros corazones se estremezcan, pues pronto aparecerán los ángeles de Dios para ocupar nuevamente sus lugares y volver a consagrarlos como templos de Dios. Y asirán a Satán y le expulsarán de vuestros cuerpos, junto con todas sus enfermedades y todas sus inmundicias. Felices seréis, pues recibiréis la recompensa de vuestra constancia, y nunca más conoceréis enfermedad".

Y había entre los enfermos uno a quien Satán atormentaba más que a ningún otro. Su cuerpo estaba enjuto como un esqueleto y su piel amarilla como una hoja seca. Estaba ya tan débil que ni siquiera a gatas podía arrastrarse hasta Jesús, y sólo de lejos pudo gritarle: "Maestro, apiádate de mí, pues nunca ha sufrido ningún hombre, ni siquiera desde el principio del mundo, como yo sufro. Sé que has sido en verdad enviado por Dios, y sé que si lo deseas, puedes expulsar inmediatamente a Satán de mi cuerpo. ¿No obedecen los ángeles de Dios al mensajero de Dios? Ven, Maestro, y expulsa ahora a Satán de mí, pues se enfurece colérico en mi interior y doloroso es su tormento".

Y Jesús le respondió: "Satán te atormenta tanto porque ya has ayunado muchos días y no pagas su tributo. No le alimentas con todas las abominaciones con las que hasta ahora profanabas el templo de tu espíritu. Atormentas a Satán con el hambre, y por eso en su cólera te atormenta él a ti a su vez. No temas, pues te digo que Satán será destruido antes de que tu cuerpo sea destruido; pues mientras ayunas y oras, los ángeles de Dios protegen tu cuerpo para que el poder de Satán no te destruya. Y la ira de Satán es impotente contra los ángeles de Dios".

Entonces acudieron todos juntos a Jesús, y con grandes voces le suplicaron diciendo: "Maestro, compadécete de él, pues sufre más que todos nosotros, y si no expulsas enseguida a Satán de su cuerpo tememos que no sobrevivirá hasta mañana".

Y Jesús les replicó: "Grande es vuestra fe. Sea según vuestra fe, y pronto veréis, cara a cara, el horrible semblante de Satán y el poder del Hijo del Hombre. Pues expulsaré de ti al poderoso Satán por medio de la fortaleza del inocente cordero de Dios, la criatura más débil del Señor. Porque el espíritu santo de Dios hace más poderoso al más débil que al más fuerte".

Y Jesús ordeñó a una oveja que estaba pastando la hierba. Y puso la leche sobre la arena caldeada por el sol, diciendo: "He aquí que el poder del Ángel del agua ha penetrado en esta leche. Y ahora penetrará también en ella el poder del ángel de la luz del sol".

Y la leche se calentó con la fuerza del sol.

"Y ahora los ángeles del agua y del sol se unirán al ángel del aire."

Y he aquí que el vapor de la leche caliente empezó a elevarse lentamente por el aire.

"Ven y aspira por la boca la fuerza de los ángeles del agua, de la luz del sol y del aire, para que ésta penetre en tu cuerpo y expulse de él a Satán.

Y el enfermo a quien Satán tanto atormentaba aspiró a su interior profundamente aquel vapor blanquecino que ascendía.

"Satán abandonará inmediatamente tu cuerpo, ya que lleva tres días sin comer y no halla alimento alguno dentro de ti. Saldrá de ti para satisfacer su hambre con la leche caliente y humeante, pues este alimento es de su agrado. Olerá su aroma y no será capaz de resistir el hambre que lleva atormentándole desde hace tres días. Pero el Hijo del Hombre destruirá su cuerpo para que no atormente a nadie más."

Entonces el cuerpo del hombre se estremeció con una convulsión y pareció como si fuese a vomitar, pero no podía. El hombre abría la boca en busca de aire, pues se le cortaba la respiración. Y se desmayó en el regazo de Jesús.

"Ahora Satán abandona su cuerpo. Vedle". Y Jesús señaló la boca abierta del hombre enfermo.

Y entonces vieron todos con asombro y terror cómo surgía Satán de su boca en forma de un gusano abominable, en busca de la leche humeante. Entonces Jesús tomó dos piedras angulosas con sus manos y aplastó la cabeza de Satán y extrajo del cuerpo del enfermo todo el cuerpo del monstruo, que era casi tan largo como el hombre. Una vez que hubo salido aquel abominable gusano de la garganta del enfermo, éste recuperó de inmediato el aliento, y entonces cesaron todos sus dolores. Y los demás miraban con terror el abominable cuerpo de Satán.

"Mira qué bestia abominable has llevado y alimentado en tu propio cuerpo durante tantos años. La he expulsado de ti y matado para que nunca más te atormente. Da gracias a Dios por haberte liberado sus ángeles, y no peques más, no vaya a retornar otra vez Satán a tu cuerpo. Que tu cuerpo sea en adelante un templo dedicado a tu Dios".

Y todos permanecían asombrados por sus palabras y su poder. Y dijeron: "Maestro, verdaderamente eres el mensajero de Dios, y conoces todos los secretos".

"Y vosotros –les replicó Jesús– sed verdaderos Hijos de Dios para participar también de su poder y del conocimiento de todos los secretos. Pues la sabiduría y el poder solamente pueden provenir del amor a Dios. Amad, pues, a vuestro Padre Celestial y a vuestra Madre Terrenal con todo vuestro corazón y con todo vuestro espíritu. Y servidles para que Sus ángeles os sirvan también a vosotros. Sacrificad todos vuestros actos a Dios, Y no alimentéis a Satán, pues la retribución del pecado es la muerte. Mientras que en Dios se halla la recompensa del bien, su amor, el cual es el conocimiento y el poder de la vida eterna".

Y todos se arrodillaron para dar gracias a Dios por su amor.

Y Jesús partió, diciendo: "Vendré de nuevo junto a quienes persistan en la oración y el ayuno hasta el séptimo día. La paz sea con vosotros".

Y el hombre enfermo de quien había expulsado Jesús a Satán se puso en pie, pues la fuerza de la vida había regresado a él. Respiró profundamente y sus ojos se esclarecieron, pues todo dolor le había abandonado. Y arrojándose al suelo donde Jesús había estado, besó la huella de sus pies y lloró.

* * *

Y era en el lecho de un río donde muchos enfermos ayunaban y oraban con los ángeles de Dios durante siete días y siete noches. Y grande fue su recompensa, pues seguían las palabras de Jesús. Y al acabar el séptimo día todos sus dolores les abandonaron. Y cuando el sol se levantó sobre el horizonte de la tierra, vieron que Jesús venía hacia ellos desde la montaña, con el resplandor del sol naciente alrededor de su cabeza.

"La paz sea con vosotros".

Y ellos no dijeron una palabra, sino que sólo se postraron ante él y tocaron el borde de su vestidura en agradecimiento por su curación.

"No me deis las gracias a mí, sino a vuestra Madre Terrenal, la cual os envió a sus ángeles sanadores. Id y no pequéis más, para que nunca volváis a conocer la enfermedad. Y dejad que los ángeles sanadores sean vuestros guardianes"".

Pero ellos le contestaron: "¿Adónde iremos, Maestro? Pues en ti están las palabras de la vida eterna. Dinos cuáles son los pecados que debemos evitar, para que nunca más conozcamos la enfermedad"".

Jesús respondió: "Así sea según vuestra fe", y se sentó entre ellos diciendo:

"Fue dicho a aquellos de los antiguos tiempos: "Honra a tu Padre Celestial y a tu Madre Terrenal y cumple sus mandamientos, para que tus días sean cuantiosos sobre la tierra". Y luego se les dio el siguiente mandamiento: "No matarás", pues Dios da a todos la vida, y lo que Dios ha dado no debe el hombre arrebatarlo. Pues en verdad os digo que de una misma Madre procede cuanto vive sobre la tierra. Por tanto quien mata, mata a su hermano. Y de él se alejará la Madre Terrenal y le retirará sus pechos vivificadores. Y se apartarán de él sus ángeles y Satán tendrá su morada en su cuerpo. Y la carne de los animales muertos en su cuerpo se convertirá en su propia tumba. Pues en verdad os digo que quien mata se mata a sí mismo, y quien come la carne de animales muertos come del cuerpo de la muerte. Pues cada gota de su sangre se mezcla con la suya y la envenena; su respiración es un hedor; su carne se llena de forúnculos; sus huesos se convierten en yeso; sus intestinos se llenan de descomposición; sus ojos se llenan de costras; y sus oídos de ceras. Y su muerte será la suya propia. Pues solamente en el servicio de vuestro Padre Celestial son vuestras deudas de siete años perdonadas en siete días. Mientras que Satán no os perdona nada y debéis pagarle todo. Ojo por ojo, diente por diente, mano por mano, pie por pie, quemadura por quemadura, herida por herida, vida por vida, muerte por muerte. Pues el coste del pecado es la muerte. No matéis, ni comáis la carne de vuestra inocente presa, no sea que os convirtáis en esclavos de Satán. Pues ése es el camino de los sufrimientos y conduce a la muerte. Sino haced la voluntad de Dios, de modo que sus ángeles os sirvan en el camino de la vida. Obedeced, por tanto, las palabras de Dios: "Mirad, os he dado toda hierba que lleva semilla sobre la faz de toda la tierra, y todo árbol, en el que se halla el fruto de una semilla que dará el árbol. Este será vuestro alimento. Y a todo animal de la tierra, y a toda ave del cielo, y a todo lo que se arrastra sobre la tierra, donde se halle el aliento de la vida, doy toda hierba verde como alimento. También la leche de todo lo que se mueve y que vive sobre la tierra será vuestro alimento. Al igual que a ellos les he dado toda hierba verde, así os doy a vosotros su leche. Pero no comeréis la carne, ni la sangre que la aviva. Y en verdad demandaré vuestra sangre que brota con fuerza, y vuestra sangre en la que se halla vuestra alma. Demandaré todos los animales asesinados y las almas de todos los hombres asesinados. Pues yo el Señor tu Dios soy un Dios fuerte y celoso, castigando la iniquidad de los padres sobre sus hijos hasta la tercera y cuarta generación de aquellos quienes me odian, y mostrando misericordia hacia los millares de aquellos que me aman y cumplen mis mandamientos. Ama al Señor tu Dios con todo corazón, con toda tu alma y con todas tus fuerzas; éste es el primer y más grande mandamiento. Y el segundo es según éste: "Ama a tu prójimo como a ti mismo". No hay mandamiento más grande que éstos".

Y tras estas palabras todos permanecieron en silencio, excepto uno que voceó: "¿Qué debo hacer, Maestro, si veo que una bestia salvaje ataca a mi hermano en el bosque? ¿Debo dejar perecer a mi hermano o matar a la bestia salvaje? ¿No transgrediría así la ley?"

Y Jesús le respondió: "Fue dicho a aquellos de los antiguos tiempos: "Todos los animales que se mueven sobre la tierra, todos los peces del mar y todas las aves del cielo, han sido puestos bajo vuestro poder". En verdad os digo que de todas las criaturas que viven sobre la tierra, sólo el hombre creó Dios a su imagen" Por ello, los animales son para el hombre, y no el hombre para los animales. No transgredirás, por tanto, la ley si matas al animal salvaje para salvar a tu hermano. Pues en verdad te digo que el hombre es más que el animal. Pero quien mata al animal sin causa alguna, sin que éste le ataque, por el deseo de matar, o por su carne, o porque se oculta, o incluso por sus colmillos, malvada es la acción que comete, pues él mismo se convierte en bestia salvaje. Y Por tanto su fin ha de ser también como el fin de los animales salvajes".

Y otro dijo entonces: "Moisés, el más grande de Israel, consintió a nuestros antepasados comer la carne de animales limpios, y sólo prohibió la carne de los animales impuros. ¿Por qué, entonces, nos prohíbes la carne de todos los animales? ¿Qué ley viene de Dios, la de Moisés o la tuya?"

Y Jesús respondió: "Dios dio, a través de Moisés, diez mandamientos a vuestros antepasados. "Estos mandamientos son duros", dijeron vuestros antepasados y no pudieron cumplirlos. Cuando Moisés vio esto, tuvo compasión de sus gentes y no quiso que se perdiesen. Y les dio entonces diez veces diez mandamientos, menos duros, para que los siguiesen. En verdad os digo que si vuestros antepasados hubiesen sido capaces de seguir los diez mandamientos de Dios, Moisés no habría tenido nunca necesidad de sus diez veces diez mandamientos. Pues aquel cuyos pies son fuertes como la montaña de Sión, no necesita muletas; mientras que aquel cuyos miembros flaquean, llega más lejos con muletas que sin ellas. Y Moisés dijo al Señor: "Mi corazón está lleno de tristeza, pues mi pueblo se perderá. Porque no tienen conocimiento, ni son capaces de comprender tus mandamientos. Son como niños pequeños que no pueden entender aún las palabras de su padre. Consiente, Señor, que les dé otras leyes, para que no se pierdan. Si ellos no pueden estar contigo, Señor, que al menos no estén contra ti; que puedan mantenerse a sí mismos, y cuando haya llegado el momento y estén maduros para tus palabras, revélales tus leyes". Por eso rompió Moisés las dos tablas de piedra donde estaban escritos los diez mandamientos, y les dio en su lugar diez veces diez. Y de estas diez veces diez, los escribas y los fariseos han hecho cien veces diez mandamientos. Y han puesto insoportables cargas sobre vuestros hombros, que ni ellos mismos sobrellevan. Pues cuanto más cercanos a Dios están los mandamientos, menos necesitamos, y cuanto más lejanos se hallan de Dios, más necesitamos entonces. Por eso innumerables son las leves de los fariseos y de los escribas, siete las leyes del Hijo del Hombre, tres las de los ángeles; y una la de Dios.

"Por eso yo solamente os enseño las leyes que podéis comprender, para que os convirtáis en hombres y sigáis las siete leyes del Hijo del Hombre. Entonces os revelarán también los ángeles sus leyes, para que el espíritu santo de Dios descienda sobre vosotros y os guíe hacia su ley".

Y todos estaban asombrados de su sabiduría, y le pedían: "Continúa, Maestro, y enséñanos todas las leyes que podemos recibir".

Y Jesús continuó: "Dios ordenó a vuestros antepasados: "No matarás". Pero su corazón estaba endurecido y mataron. Entonces, Moisés deseó que por lo menos no matasen hombres, y les permitió matar a los animales. Y entonces el corazón de vuestros antepasados se endureció más aún, y mataron a hombres y animales por igual. Mas yo os digo: No matéis ni a hombres ni a animales, ni siquiera el alimento que llevéis a vuestra boca. Pues si coméis alimento vivo, él mismo os vivificará; pero si matáis vuestro alimento, la comida muerta os matará también. Pues la vida viene sólo de la vida, y de la muerte viene siempre la muerte. Porque todo cuanto mata vuestros alimentos, mata también a vuestros cuerpos. Y todo cuanto mata vuestros cuerpos también mata vuestras almas. Y vuestros cuerpos se convierten en lo que son vuestros alimentos, igual que vuestros espíritus se convierten en lo que son vuestros pensamientos. Por tanto, no comáis nada que el fuego, el hielo o el agua haya destruido. Pues los alimentos quemados, helados o descompuestos quemarán, helarán y corromperán también vuestro cuerpo. No seáis corno el loco agricultor que sembró en su campo semillas cocinadas, heladas y descompuestas y llegó el otoño y sus campos no dieron nada. Y grande fue su aflicción. Sino sed como aquel agricultor que sembró en su campo semilla viva, y cuyo campo dio espigas vivas de trigo, pagándole el céntuplo por las semillas que plantó. Pues en verdad os digo, vivid sólo del fuego de la vida, y no preparéis vuestros alimentos con el fuego de la muerte, que mata vuestros alimentos, vuestros cuerpos y también vuestras almas." "Maestro ¿dónde se halla el fuego de la vida?", preguntaron algunos de ellos.

"En vosotros, en vuestra sangre y en vuestros cuerpos".

"¿Y el fuego de la muerte", preguntaron otros.

"Es el fuego que arde fuera de vuestro cuerpo, que es más caliente que vuestra sangre. Con ese fuego de muerte cocináis vuestro alimento en vuestros hogares y en vuestros campos. En verdad os digo que el mismo fuego destruye vuestro alimento y vuestros cuerpos como el fuego de la maldad que destroza vuestros pensamientos y destroza vuestros espíritus. Pues vuestro cuerpo es lo que coméis, y vuestro espíritu es lo que pensáis. No comáis nada, por tanto, que haya matado un fuego más fuerte que el fuego de la vida. Preparad, pues, y comed todas las frutas de los árboles, todas las hierbas de los campos y toda leche de los animales buena para comer. Pues todas estas cosas las ha nutrido y madurado el fuego de la vida, todas son dones de los ángeles de nuestra Madre Terrenal. Mas no comáis nada a lo que sólo el fuego de la muerte haya dado sabor, pues tal es de Satán."

"¿Cómo deberíamos cocer sin fuego el pan nuestro de cada día, Maestro?", preguntaron algunos con desconcierto.

"Dejad que los ángeles de Dios preparen vuestro pan. Humedeced vuestro trigo para que el ángel del agua lo penetre. Ponedlo entonces al aire, para que el ángel del aire lo abrace también. Y dejadlo de la mañana a la tarde bajo el sol, para que el ángel de la luz del sol descienda sobre él. Y la bendición de los tres ángeles hará pronto que el germen de la vida brote en vuestro trigo. Moled entonces vuestro grano y haced finas obleas, como hicieron vuestros antepasados cuando partieron de Egipto, la morada de la esclavitud. Ponedlas de nuevo bajo el sol en cuanto aparezca y, cuando se halle en lo más alto de los cielos, dadles la vuelta para que el ángel de la luz del sol las abrace también por el otro lado, y dejadlas así hasta que el sol se ponga. Pues los ángeles del agua, del aire y de la luz del sol alimentaron y maduraron el trigo en el campo, y ellos deben igualmente preparar también vuestro pan. Y el mismo sol que, con el fuego de la vida, hizo que el trigo creciese y madurase, debe cocer vuestro pan con el mismo fuego. Pues el fuego del sol da vida al trigo, al pan y al cuerpo. Pero el fuego de la muerte mata el trigo, y el pan y el cuerpo. Y los ángeles vivos del Dios Vivo solamente sirven a los hombres vivos. Pues dios es el Dios de lo vivo y no el Dios de lo muerto.

"Comed, pues, siempre de la mesa de Dios: los frutos de los árboles, el grano y las hierbas del campo, la leche de los animales, y la miel de las abejas. Pues todo más allá de esto es de Satán y por los caminos del pecado y la enfermedad conduce hacia la muerte. Mientras que los alimentos que coméis de la abundante mesa de Dios dan fortaleza y juventud a vuestro cuerpo, y nunca conoceréis la enfermedad. Pues la mesa de Dios alimentó a Matusalén, el viejo, y en verdad os digo que si vivís igual como él vivió, también el Dios de lo vivo os dará una larga vida sobre la tierra como la suya.

"Pues en verdad os digo que el Dios de lo vivo es más rico que todos los ricos de la tierra, y su abundante mesa es más rica que la más rica de las mesas de festín de todos los ricos de la Tierra. Comed, pues, durante toda vuestra vida en la mesa de nuestra Madre Terrenal, y nunca conoceréis la necesidad. Y cuando comáis en su mesa, comedlo todo tal como se halle en la mesa de la Madre Terrenal. No cocinéis ni mezcléis todas las cosas unas con otras, o vuestros intestinos se convertirán en ciénagas humeantes. Pues en verdad os digo que esto es abominable a los ojos del Señor.

"Y no seáis como el sirviente avaricioso que comía siempre de la mesa de su señor la ración de otros. Y todo lo devoraba y lo mezclaba en su glotonería. Y viendo aquello, su señor se encolerizó con él y le expulsó de la mesa. Y cuando todos acabaron su comida, mezcló cuanto quedó en la mesa y llamó al glotón sirviente, y le dijo: "Toma y come esto junto a los cerdos, pues tu lugar está entre ellos, y no en mi mesa".

"TenedIo en cuenta por tanto, y no profanéis con todo tipo de abominaciones el templo de vuestros cuerpos. Contentaos con dos o tres tipos de alimento, que siempre hallaréis en la mesa de nuestra Madre Terrenal. Y no deseéis devorar todo cuanto veáis en derredor vuestro. Pues en verdad os digo que si mezcláis en vuestro cuerpo todo tipo de alimentos, entonces cesará la paz en vuestro cuerpo y se desatará en vosotros una guerra interminable. Y se aniquilará vuestro cuerpo como los hogares y los reinos que, divididos entre sí, aseguran su propia destrucción. Pues vuestro Dios es el Dios de la paz, y nunca ayuda a la división. No levantéis, pues, contra vosotros la cólera de Dios, para que no vaya a expulsaros de su mesa y os veáis obligados a ir a la mesa de Satán, donde el fuego de los pecados, de las enfermedades y de la muerte corromperá vuestros cuerpos.

"Y cuando comáis, no comáis hasta no poder más. Huid de las tentaciones de Satán y escuchad la voz de los ángeles de Dios. Pues Satán y su poder os tentarán siempre a que comáis más y más. Pero vivid por el espíritu y resistid los deseos del cuerpo. Y que vuestro ayuno complazca siempre a los ángeles de Dios. Así que tomad cuenta de cuanto hayáis comido cuando os sintáis saciados y comed siempre menos de una tercera parte de ello.

"Que el peso de vuestro alimento diario no sea menos de una mina , pero vigilad que no exceda de dos. Entonces os servirán siempre los ángeles de Dios, y nunca caeréis en la esclavitud de Satán y de sus enfermedades. No obstaculicéis la obra de los ángeles en vuestro cuerpo comiendo demasiado a menudo. Pues en verdad os digo que quien come más de dos veces diarias hace en él la obra de Satán. Y los ángeles de Dios abandonan su cuerpo y pronto toma Satán posesión de él. Comed tan sólo cuando el sol esté en lo más alto de los cielos, y de nuevo cuando se ponga. Y nunca conoceréis enfermedad, pues ello halla aprobación a los ojos del Señor. Y si deseáis que los ángeles se complazcan en vuestro cuerpo y que Satán os evite de lejos, sentaos entonces sólo una vez al día a la mesa de Dios. Y entonces serán numerosos vuestros días sobre la tierra, pues esto es grato a ojos del Señor. Comed siempre cuando sea servida ante vosotros la mesa de Dios, y comed siempre de aquello que halléis sobre la mesa de Dios. Pues en verdad os digo que Dios sabe bien lo que vuestro cuerpo necesita y cuándo lo necesita.

"Con la llegada del mes de Iyar comed cebada; con el mes de Sivan comed trigo, la más perfecta de las hierbas que dan semilla. Y que vuestro pan de cada día sea hecho de trigo, para que el Señor cuide vuestros cuerpos. Con el mes de Tammuz comed la uva ácida, para que vuestro cuerpo adelgace y Satán lo abandone. En el mes de Elul, recoged la uva para que su jugo os sirva de bebida. En el mes de Marcheshvan recoged la uva dulce, endulzada y seca por el ángel de la luz del sol, para que aumente vuestros cuerpos y que los ángeles del Señor moren en ellos. Debéis comer los higos jugosos en los meses de Ab y de Shebat, y los que sobren que el ángel de la luz de] sol os los guarde. Comedios con las almendras durante todos los meses en que los árboles no dan frutos. Y las hierbas que brotan después de la lluvia, comedlas durante el mes de Thebet, para purificar vuestra sangre de todos vuestros pecados. Y en el mismo mes empezad a beber también la leche de vuestros animales, pues para ello dio el señor las hierbas de los campos a todos los animales que producen leche, para que ellos alimentasen al hombre con su leche. Pues en verdad os digo que felices son aquellos que comen sólo en la mesa de Dios, y renuncian a todas las abominaciones de Satán. No comáis alimentos impuros traídos de países lejanos, sino comed siempre cuanto produzcan vuestros árboles. Pues vuestro Dios sabe bien lo que os es necesario, y dónde y cuándo. Y Él da a todos los pueblos de todos los reinos los alimentos mejores para cada uno de ellos. No comáis como los paganos, que se atiborran con prisa, profanando sus cuerpos con todo tipo de abominaciones.

"Pues el poder de los ángeles de Dios penetra en vosotros con el alimento vivo que el Señor os proporciona de su mesa real. Y cuando comáis, tened sobre vosotros al ángel del aire, y bajo vosotros al ángel del agua. Respirad larga y profundamente en todas vuestras comidas para que el ángel del aire bendiga vuestro alimento. Y masticadlo bien con vuestros dientes, para que se vuelva agua y que el ángel del agua lo convierta dentro de vuestro cuerpo en sangre. Y comed lentamente, como si fuese una oración que hicieseis al Señor. Pues en verdad os digo que el poder de Dios penetra en vosotros si coméis de tal modo en su mesa. Mientras que Satán convierte en ciénaga humeante el cuerpo de aquel a quien no descienden los ángeles del aire y del agua en sus comidas. Y el Señor no le permite permanecer por más tiempo en su mesa. Pues la mesa del Señor es como un altar, y quien come en la mesa de Dios se halla en un templo. Pues en verdad os digo que el cuerpo de los Hijos del Hombre se convierte en un templo, y sus entrañas en un altar, si cumplen los mandamientos de Dios. Por tanto, no pongáis nada sobre el altar del Señor cuando vuestro espíritu esté irritado, ni penséis de alguien con ira en el templo de Dios. Y entrad solamente en el santuario del Señor cuando sintáis en vosotros la llamada de sus ángeles, pues cuanto coméis con tristeza, o con ira, o sin deseo, se convierte en veneno en vuestro cuerpo. Pues el aliento de Satán lo corrompe todo. Poned con alegría vuestras ofrendas sobre al altar de vuestro cuerpo, y dejad que todos vuestros malos pensamientos se alejen de vosotros al recibir en vuestro cuerpo el poder de Dios procedente de su mesa. Y nunca os sentéis a la mesa de Dios antes de que él os llame por medio del ángel del apetito.

"Regocijaos, pues, siempre con los ángeles de Dios en su mesa real, pues esto complace al corazón del Señor. Y vuestra vida será larga sobre la tierra, pues el más valioso de los sirvientes de Dios os servirá todos los días: el ángel de la alegría.

"Y no olvidéis que cada séptimo día es santo y está consagrado a Dios. Durante seis días alimentad vuestro cuerpo con los dones de la Madre Terrenal, mas en el séptimo día santificad vuestro cuerpo para vuestro Padre Celestial. Y en el séptimo día no comáis ningún alimento terrenal, sino vivid tan sólo de las palabras de Dios. Y estad todo el día con los ángeles del Señor en el reino del Padre Celestial. Y en el séptimo día dejad que los ángeles de Dios levanten el reino de los cielos en vuestro cuerpo, ya que trabajasteis durante seis días en el reino de la Madre Terrenal. Y no dejéis que ningún alimento entorpezca la obra de los ángeles en vuestro cuerpo a lo largo del séptimo día. Y Dios os concederá larga vida sobre la tierra, para que tengáis vida eterna en el reino de los cielos. Pues en verdad os digo que si no conocéis más enfermedades sobre la tierra, viviréis por siempre en el reino de los cielos.

"Y Dios os enviará cada mañana el ángel de la luz de] sol para despertaros de vuestro sueño. Obedeced, por tanto, la llamada de vuestro Padre Celestial y no permanezcáis ociosos en vuestros lechos, pues los ángeles del aire y del agua ya os aguardan afuera. Y trabajad durante todo el día con los ángeles de la Madre Terrenal para que lleguéis a conocerlos a ellos y a sus obras cada vez más y mejor. Mas cuando el sol se ponga y vuestro Padre Celestial os envíe su ángel más preciado, el sueño, id a descansar y permaneced toda la noche con el ángel del sueño. Y entonces os enviará el Padre Celestial sus ángeles desconocidos para que permanezcan junto a vosotros a lo largo de la noche. Y los ángeles desconocidos del Padre Celestial os enseñarán muchas cosas sobre el reino de Dios, así como los ángeles que conocéis de la Madre Terrenal os instruyen en las cosas de su reino. Pues en verdad os digo que seréis cada noche los invitados del reino de vuestro Padre Celestial si cumplís sus mandamientos. Y cuando os despertéis por la mañana, sentiréis en vosotros el poder de los ángeles desconocidos. Y vuestro Padre Celestial os los enviará cada noche para que enriquezcan vuestro espíritu, igual que la Madre Terrenal os envía sus ángeles para que construyan vuestro cuerpo. Pues en verdad os digo que si durante el día os acoge en sus brazos vuestra Madre Terrenal, y si durante la noche os respira su beso el Padre Celestial, entonces los Hijos de los Hombres os convertiréis en los Hijos de Dios.

"Resistid de día y de noche las tentaciones de Satán. No os despertéis de noche ni durmáis de día, no os abandonen los ángeles de Dios.

"Ni tampoco os deleitéis con ninguna bebida, ni en ningún humo de Satán, que os despertarán por la noche y os harán dormir de día. Pues en verdad os digo que todas las bebidas y humos de Satán son abominaciones a los ojos de vuestro Dios.

"No cometáis putaísmo, ni de día ni de noche, pues el putañero es como un árbol cuya savia se va del tronco. Árbol que se secará antes de tiempo y no llegará a dar fruto. Por tanto, no putañeéis para que Satán no seque vuestro cuerpo y el Señor haga infructuosa vuestra semilla.

"Evitad cuanto esté demasiado caliente o demasiado frío. Pues es la voluntad de vuestra Madre Terrenal que ni el calor ti¡ el frío dañen vuestro cuerpo. Y no dejéis que vuestros cuerpos estén más calientes o más fríos del calor o del frío que les proporcionen sus ángeles. Y si cumplís los mandamientos de la Madre Terrenal, entonces en cuanto vuestro cuerpo se vuelva demasiado caliente os enviará el ángel del frescor para que os refresque, y en cuanto vuestro cuerpo esté demasiado frío os enviará el ángel del calor para calentaros de nuevo.

"Seguid el ejemplo de todos los ángeles del Padre Celestial y de la Madre Terrenal, que trabajan día y noche sin cesar en los reinos de los cielos y de la tierra. Por tanto, recibid también en vosotros mismos a los más poderosos de todos los ángeles de Dios, los ángeles de los actos, y trabajad juntos sobre el reino de Dios. Seguid el ejemplo del agua cuando corre, del viento al soplar, del sol naciente y poniente, de las plantas y los árboles en su crecer, de los animales cuando corren y retozan, de la luna creciente y menguante, de las estrellas en su ir y venir; todas estas cosas se mueven y realizan sus tareas. Porque cuanto tiene vida se mueve, y sólo lo que está muerto permanece quieto. Y Dios es el Dios de lo vivo, y Satán el de lo muerto. Servid, pues, al Dios Vivo, para que el movimiento eterno de la vida os mantenga y para que escapéis de la eterna inmovilidad de la muerte. Trabajad, pues, sin cesar para levantar el reino de Dios, de modo que no seáis arrojados al reino de Satán. Pues una alegría eterna abunda en el reino vivo de Dios, mientras que una quieta tristeza oscurece el reino de la muerte de Satán. Sed, pues, verdaderos Hijos de vuestra Madre Terrenal y de vuestro Padre Celestial, para que no caigáis en esclavos de Satán. Y vuestra Madre Terrenal y vuestro Padre Celestial os enviarán sus ángeles para que os enseñen, os amen y os sirvan. Y sus ángeles escribirán los mandamientos de Dios en vuestra cabeza, en vuestro corazón y en vuestras manos, para que conozcáis, sintáis y cumpláis los mandamientos de Dios.

"Y orad todos los días a vuestro Padre Celestial y a vuestra Madre Terrenal, para que vuestra alma se vuelva tan perfecta corno el santo espíritu de vuestro Padre Celestial, y para que vuestro cuerpo se vuelva tan perfecto como el cuerpo de vuestra Madre Terrenal. Pues si entendéis, sentís y cumplís los mandamientos, entonces todo cuanto pidáis a vuestro Padre Celestial y a vuestra Madre Terrenal os será concedido. Porque la sabiduría, el amor y el poder de Dios están por encima de todo.

"Orad, por tanto, del siguiente modo a vuestro Padre Celestial: "Padre nuestro que estás en los cielos, bendito sea Tu Nombre. Venga a nosotros Tu Reino. Hágase Tu Voluntad como en los cielos así en la tierra. El pan nuestro de cada día dánosle hoy. Y perdona nuestras deudas, así como nosotros perdonamos a nuestros deudores. Y no nos conduzcas a la tentación sino líbranos del Maligno, pues tuyo es el reino, el poder y la gloria por siempre. Amén".

"Y orad de¡ siguiente modo a vuestra Madre Terrenal: "Madre nuestra que estás en la tierra, bendito sea tu nombre. Venga a nosotros tu reino y hágase tu voluntad en nosotros así como en ti se hace. Igual que envías cada día a tus ángeles, envíalos también a nosotros. Perdónanos nuestros pecados, porque todos los expiamos en ti. No nos conduzcas a la enfermedad sino líbranos del mal, pues tuya es la tierra, el cuerpo y la salud. Amén."

Y todos rezaron junto a Jesús al Padre Celestial y a la Madre Terrenal.

Y después Jesús les habló así: "Igual que vuestros cuerpos han renacido por medio de los ángeles de la Madre Terrenal, que vuestro espíritu renazca de igual modo por medio de los ángeles del Padre Celestial. Convertios, pues, en verdaderos Hijos de vuestro Padre y de vuestra Madre, y en verdaderos Hermanos de los Hijos de los Hombres. Hasta ahora estuvisteis en guerra con vuestro Padre, con vuestra Madre y con vuestros Hermanos. Y habéis servido a Satán. Vivid a partir de hoy en paz con vuestro Padre Celestial, con vuestra Madre Terrenal y con vuestros Hermanos, los Hijos de los Hombres. Y luchad únicamente en contra de Satán, para que no os robe vuestra paz. A vuestro cuerpo doy la paz de vuestra Madre Terrenal, y la paz de vuestro Padre Celestial a vuestro espíritu. Y que la paz de ambos reine entre los Hijos de los Hombres.

"¡Venid a mí cuantos os sintáis hastiados y cuantos padezcáis los conflictos y las aflicciones! Pues mi paz os fortalecerá y confortará. Porque mi paz rebosa dicha. Por eso os saludo siempre de este modo: ¡La paz sea con vosotros! Saludaos siempre por tanto entre vosotros de igual manera, para que a vuestro cuerpo descienda la paz de vuestra Madre Terrenal y a vuestro espíritu la paz de vuestro Padre Celestial. Y entonces hallaréis la paz también entre vosotros, pues el reino de Dios estará en vuestro interior. Y ahora regresad entre vuestros Hermanos, con quienes hasta ahora estuvisteis en guerra, y dadles a ellos también vuestra paz. Pues felices son quienes luchan por la paz, porque hallarán la paz de Dios. Id, y no pequéis más. Y dad a todos vuestra paz, igual que yo os he dado la mía. Pues mi paz es la de Dios. La paz sea con vosotros."

Y les dejó.

Y su paz descendió sobre ellos; y con el ángel del amor en su corazón, con la sabiduría de la ley en su cabeza y con el poder del renacimiento en sus manos, se dispersaron entre los Hijos de los Hombres para llevar la luz de la paz a aquellos que luchaban en la oscuridad.

Y se separaron, deseándose unos a otros:

"LA PAZ SEA CONTiGO. ''

APÉNDICE *

A mediados del siglo IV San jerónimo comenzó a encontrar trozos de algunos manuscritos antiguos en poder de unos anacoretas que vivían en cabañas, en un valle escondido del desierto de Calkis. A medida que aprendía hebreo y arameo empezó a entender el significado de los pergaminos fragmentados, y poco a poco comenzó a reunir más. Durante los años siguientes los fue traduciendo al latín. Las enseñanzas que esos rollos contenían le afectaron profundamente. Quedó marcado para el resto de su vida porque entre ellos –que tanto le costó traducir, para lo cual tuvo que aprender dos difíciles lenguas y sacrificar toda una vida de intensa dedicación a la "vía del desierto"– estaba el Evangelio Esenio de la Paz,

Tras su muerte sus manuscritos se dispersaron, así como sus traducciones hebreas y arameas, pero muchos alcanzaron el refugio de los Archivos Vaticanos. Al siglo siguiente, en su búsqueda de la verdad, el joven San Benito tropezó en algún lugar con las traducciones de San Jerónimo, igual que muchos años antes el mismo Jerónimo tropezó con los rollos originales en su propia búsqueda de la verdad, Las enseñanzas esenias tuvieron un profundo efecto sobre el joven eremita, atormentado como estaba por el amenazador desorden mundial de la Edad Media. Inspirado por la visión de la Hermandad Esenia, Benito concibió la santa Regla, esa obra maestra de orden y simplicidad que dio lugar a un sistema monástico que a la larga salvó a la cultura occidental de la extinción durante las Edades Oscuras. Cuando Benito fundó el más famoso de sus monasterios en Monte Cassino, ciertos antiguos rollos encontraron un lugar seguro detrás de esas tranquilas paredes. Y allí durmieron en los estantes del Scriptorium, donde los monjes pacientemente copiaban pergamino tras pergamino, siglo tras siglo. Esperaron también pacientemente bajo capas de polvo en los Archivos Secretos del Vaticano. Habían sido escritos centenares de años antes por los mismos esenios, la misteriosa fuente. Fueron resucitados y traducidos en el siglo IV por San jerónimo, la corriente. Inspiraron la fundación de una Orden que salvaría a la cultura occidental de la extinción, por San Benito, el río. Y ahora estaban a punto de ser redescubiertos por mí.

Todo comenzó con un trabajo que escribí sobre San Francisco, y leí como despedida en mi último curso de enseñanza media. Se titulaba "Deja que San Francisco cante en tu corazón", y ponía en palabras mi amor y devoción por el amable ''santo pagano" que siempre había sido mi favorito. Estaba acabando mis años de estudios secundarios en un monasterio Piarista antes de salir para una universidad Unitaria. Mi madre –francesa católica– y mi padre –transilvano unitario– habían llegado a una solución pacífica en cuanto a mi educación. Mi trabajo impresionó mucho a nuestro querido director, monseñor Mondik, y en cuanto me licencié me llamó a su despacho para darme unas noticias asombrosas. Yo había dicho en el trabajo que mi mayor deseo era aprender todo lo que pudiera sobre San Francisco, y ahora él me contaba que yo había sido elegido para estudiar durante algunos meses en los Archivos Secretos y llevar a cabo precisamente eso. Mons. Mondik me dio una carta de presentación pasa su amigo de la infancia Mons. Mercati, que ahora era jefe de los Archivos. La única condición era que debería vivir en la pobreza, en la castidad y en la obediencia –justo como un monje franciscano– durante el tiempo de permanencia en Roma, lo que significaba vivir y vestir del modo más simple posible, y comer sólo pan moreno, queso, fruta y hortalizas. Por otro lado, Mons. Mondik me dijo que tendría un banquete espiritual cada día al disponer de los inagotables tesoros de las edades que se encontraban en los Archivos y en la Biblioteca del Vaticano. Desde la perspectiva actual, transcurridos muchos años, todo lo ocurrido fue que viví como un esenio para estudiar al que era la personificación misma del espíritu esenio: San Francisco. Y aunque entonces no lo sabía, pronto conocería de los esenios más que nadie en casi quinientos años (1).

Mons. Mercati, una de las personalidades más inolvidables que jamás he conocido, un amable y bondadoso sabio de ojos ardientes y una memoria sobrehumana que –se decía– abarcaba los cuarenta kilómetros de largos estantes de los Archivos. Me dijo que había leído mi trabajo, y me preguntó por qué quería yo estudiar en los Archivos. Le conté mi deseo de conocer la fuente del conocimiento de San Francisco, estudiar todo lo que había conocido el santo más original y único. La respuesta que me dio fue misteriosa y fascinante. Me dijo que San Francisco era el océano y yo debía encontrar el río que lo nutria, igual que él lo hizo. Entonces debería buscar la corriente. Y luego, si estaba afirmado en el Camino, encontraría la fuente.

Yo estaba tremendamente animado, no sólo por el reto de sus palabras, sino también por su amabilidad hacia mí, por la señorial compasión que brillaba en sus ojos y me envolvía como en un abrazo. Decidí encontrar la fuente que decía, aunque me llevara el resto de la vida. Y cuando observé bien por primera vez los Archivos Secretos del Vaticano, comencé a pensar que eso me ocuparía, o tal vez más. Había salas y corredores sin fin, docenas de subdivisiones, una habitación con más de 600 índices escritos a mano, y más de 40 kilómetros de estanterías de rollos, pergaminos, manuscritos y códices. En una esquina, había una habitación empolvada con más de 10.000 envoltorios de documentos ¡sin examinar! Pero no estaba solo en mi perplejidad. Había allí estudiantes de todo el mundo, y compartimos una fraternal atmósfera de camaradería y unión. No siempre entendíamos las lenguas de los demás, pero teníamos en común una intensa dedicación a nuestros estudios, y una inquebrantable devoción a Mons. Mercati, a quien todos queríamos.

Quizá por mi fluidez en latín y griego, quizá por mi paciente lucha con los índices polvorientos, un día Mons. Mercati me premió con otra de sus misteriosas manifestaciones: "Recuerda hijo mío que el océano latino está alimentado por el río griego, que está alimentado por la corriente aramea, que se origina en la fuente hebrea". Y me asignó un monje francés para que me ayudara en arameo y en hebreo, lenguas que no dominaba como el latín y el griego. Sus palabras iluminaron algo en mi mente, como un movimiento del ajedrez que repentinamente revela todo el juego, y poco después supe que estaba en el camino correcto.

Fue entonces cuando decidí descender por una misteriosa escalera circular que conducía a la parte más antigua de los Archivos, donde se guardaban los documentos más preciosos y antiguos. También me había fijado en una puerta siempre cerrada próxima al final del corredor inferior que conducía al despacho de Mons. Mercati, de la que sólo él tenía la llave. Pero por el momento me concentré en la mencionada parte más antigua de los Archivos, bregando corno nunca antes con cuatro lenguas arcaicas, moviéndome tanto con la intuición como con un trabajo de detective perseverante.

Cuando finalmente tuve mi primera clave real sentí una profunda satisfacción y un insaciable deseo de saber más. Fui inmediatamente a Mons. Mercati y le pedí permiso para visitar los archivos del monasterio benedictino de Monte Casino. Me lo concedió con un guiño de ojos. Su carta de recomendación para el Abad estaba fechada del día anterior. Se divirtió con mi asombro. "Ve con Dios, hijo mío. Creo que has encontrado el río."

Había encontrado el río, aunque mi primera visita a Monte Cassino no reveló la corriente. Pero después de pasar una semana en el monasterio observando el paseo de los monjes por los bosquecillos y trabajando en su huerto, comiendo su pan y los frutos todos juntos en sus comidas comunitarias, meditando en sus pequeñas celdas, cantando unidos sus bellos cánticos mañana y tarde, supe lo que tenía que encontrar en los Archivos Vaticanos, y supe dónde buscarlo.

Volví a Mons. Mercati. Reuní todo mi valor y le pedí la llave de su habitación cerrada. Hubo una larga pausa mientras sus ojos buscaron los míos, y entonces me la dio solemnemente, deseándome suerte y diciéndome que me asegurase de devolvérsela.

Entré en la habitación secreta como un antiguo iniciado debía haber entrado en la cámara secreta de la Gran Pirámide, y me abrí camino solo a través de los polvorientos manuscritos empleando todo el conocimiento –que me había costado tanto conseguir– para encontrar el camino. No transcurrió mucho tiempo hasta que encontré lo que buscaba.

Pocos días después devolví la llave a Mons. Mercati y le pedí permiso para volver a Monte Cassino. Miró mi rostro y sonrió: "Me alegro de que hayas encontrado la corriente, hijo mío. Ahora espero que encuentres la fuente". Y de nuevo me entregó una carta fechada del día anterior, esta vez pidiendo al Abad que me dejara usar las grandes vitrinas del Scriptorium.

Ahondé en los archivos de Monte Cassino como pez en el agua. El río de San Benito me llevó; me impulsó la corriente de San Jerónimo, que había descubierto en el precioso almacén de la habitación cerrada, y escudriñé versiones inéditas de Josefo, Filón y Plinio, junto a muchos otros clásicos latinos. De nuevo vi los hermosos manuscritos de San Jerónimo. Muchos de estos inapreciables trabajos se habían considerado perdidos desde hacía mucho tiempo, y yo leía y leía como en un cuento de tesoros de increíble riqueza. Averigüé que otras copias de sus trabajos existían aún entre otros monasterios benedictinos, como en la biblioteca de San Salvatore, donde permaneció por siglos una bella copia hasta que con la destrucción de la abadía llegó a la Biblioteca Laurenziana de Florencia, donde ahora se la ha catalogado como el Evangelio Amutino.

Los manuscritos originales de San Jerónimo, que se creían perdidos en el siglo V, por fortuna sobrevivieron en el monasterio benedictino de Monte Cassino y en el Vaticano. Entre estos manuscritos estaba el texto completo del Evangelio Esenio de la Paz.

Había encontrado la fuente: fragmentos hebreos del Evangelio Esenio, la versión aramea de la cual yo había leído en los estantes de la habitación cerrada de Mons. Mercati. Supe ahora la procedencia de la luz intensa que brillaba en esa figura amada, y percibí por un instante la heroica medida de su silencio. ¿Debería también yo ahora guardar silencio?

Volví al Vaticano y fui inmediatamente al despacho de Mons. Mercati, ese estudio lleno de libros que había llegado a conocer tan bien. Cuando levantó la vista, vi algo nuevo en su expresión: mezclada con su familiar mirada de sabia compasión había una indescifrable mirada casi de conmiseración, de algo compartido que él nunca había compartido con ninguna persona.

–Has encontrado la fuente –dijo en tono bajo.

–¿Cómo lo sabe? –pregunté

–Porque, hijo mío –dijo centelleándole la mirada–, tienes esa apariencia.

Y de nuevo esa extraña expresión cruzó su rostro. Vi reflejada en ella toda la sabiduría y la compasión de las edades, mezclada con el tierno humor y la participación en un secreto indeciblemente precioso. Repentinamente, las lágrimas inundaron mis ojos.

–¿Qué haré, Padre? –pregunté.

–Deja que San Francisco cante en tu corazón –susurró.

Me arrodillé y besé su mano. Él dijo sólo una palabra, la palabra en latín más corta: "I" (ve). Y me fui y nunca más le volví a ver.

Otros datos extraídos de las págs. 22, 118 y 158 del mismo libro

La Sorbona, Universidad de París, otoño de 1925, Ante sus compañeros de clase el autor lee la acostumbrada conferencia anual –que cada alumno tiene que dar– acerca de sus trabajos en los Archivos Vaticanos. La conferencia siguió los cauces habituales de publicación en multicopista para ser distribuida entre los alumnos (2), y lo mismo ocurrió con la traducción literal del arameo al francés del Evangelio Esenio de la Paz.

En 1933 aparece la traducción inglesa a partir del francés, de Purcell Weaver, la aquí presente.

En Ciudad Victoria, México, la profesora de literatura española Rita de Vargas, y el profesor de historia exilado por la reciente guerra civil española, Lacalle, realizan la primera traducción y publican El Evangelio Esenio de la Paz.